Receta de coulant de chocolate, delicia con corazón fundente
Al meter la cuchara, el corazón de este ligerísimo aunque contundente postre de chocolate se derrite para dar paso a una de las sensaciones más agradables del universo dulce
Este postre es el dulce estrella e indiscutible para los chocoadictos. Con muy poco contenido en harina, la cocción corta a alta temperatura proporciona una capa exterior apenas cuajada y un interior cremoso que te hará poner los ojos en blanco y emitir interminables mmmms! Muy sencillos de preparar pero caprichosos en el tiempo de horneado, un minuto arriba o abajo marcarán la diferencia entre un núcleo más o menos cremoso. ¡Seguro que más de uno se presta voluntario para catar las pruebas!
Preparación: 20 min. Dificultad: media Coste: económico Comensales: 4
Ingredientes
- 2 huevos
- 100 g de chocolate negro con un mínimo de 55% cacao
- 50 g de mantequilla
- 45 g de azúcar
- 25 g de harina
- 1 cucharada sopera de azúcar glas
- 1 cucharada sopera de cacao en polvo
- 1 cereza para la decoración
Elaboración
- Precalentamos el horno a 210 ºC.
- En un cazo calentamos el chocolate troceado con la mantequilla a fuego suave hasta que se fundan.
- Incorporamos el azúcar y removemos.
- Fuera del fuego, incorporamos la harina tamizada y mezclamos
- Añadimos los huevos uno a uno y batimos bien hasta conseguir una crema lisa y brillante.
- Vertemos esta preparación en moldes individuales previamente engrasados y horneamos ocho minutos a 210 ºC.
- Desmoldamos los coulants y los espolvoreamos con cacao en polvo y azúcar glas. Decoramos con una cereza cortada.
El truco final
Si utilizas moldes metálicos, reduce un minuto el tiempo de horno. Puedes congelarlos una vez fríos bien envueltos en papel film y dejar que descongelen 20 min a temperatura ambiente.
Este postre es el dulce estrella e indiscutible para los chocoadictos. Con muy poco contenido en harina, la cocción corta a alta temperatura proporciona una capa exterior apenas cuajada y un interior cremoso que te hará poner los ojos en blanco y emitir interminables mmmms! Muy sencillos de preparar pero caprichosos en el tiempo de horneado, un minuto arriba o abajo marcarán la diferencia entre un núcleo más o menos cremoso. ¡Seguro que más de uno se presta voluntario para catar las pruebas!
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