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Así son las suites en las que duerme Corinna

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Corinna dormía en suites (Montaje: Vanitatis)
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Corinna dormía en suites (Montaje: Vanitatis)

Fachada de Emirate Palace, en Abu Dhabi
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Fachada de Emirate Palace, en Abu Dhabi

Una de las suites de Emirate Palace
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Una de las suites de Emirate Palace

Algunas suites del hotel de Abu Dhabi cuentan con salones privados
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Algunas suites del hotel de Abu Dhabi cuentan con salones privados

Otra suite del hotel
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Otra suite del hotel

The Connaught es uno de los mejores hoteles de Londres
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The Connaught es uno de los mejores hoteles de Londres

Habitación normal de The Connaught
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Habitación normal de The Connaught

Una de las suites del hotel londinense
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Una de las suites del hotel londinense

El salón de una suite de The Connaught
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El salón de una suite de The Connaught

Hotel The Mark, en Nueva York
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Hotel The Mark, en Nueva York

El hotel The Mark tiene varias suites
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El hotel The Mark tiene varias suites

Una estancia del hotel de Nueva York
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Una estancia del hotel de Nueva York

Otra habitación de The Mark
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Otra habitación de The Mark

Corinna zu Sayn-Wittgenstein (51 años) no ha pasado apuros en su vida. Princesa por la gracia de haberse casado en segundas nupcias con Casimir zu Sayn-Wittgenstein-Sayn, un aristócrata alemán del que mantiene el título y el apellido pese a que se divorciaron hace una década, desde su primer matrimonio se acostumbró a vivir bien y a rodearse de personas influyentes y con alto poder adquisitivo. Por eso, para Corinna no debía ser nada nuevo entrar a palacio cuando comenzó su “amistad entrañable” con Don Juan Carlos a finales de 2005, justo después de separarse de su segundo marido. Corinna cambió un príncipe por un Rey y la buena vida por una mejor, ejerciendo de primera dama en la intimidad y ocupando suites reales.

El día que se publica Final de partida (Esfera de los Libros), el libro en el que Ana Romero repasa los últimos años de Don Juan Carlos, Vanitatis abre las puertas de algunas de las suites que Corinna conoció gracias a su relación de amistad entrañable, por la que se embolsó 30 millones de euros.  

Casas Reales