Al son del 'My Way' de Frank Sinatra. Esa fue la música que sonó durante el baile presidencial entre el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su mujer, Melania. Los norteamericanos, habituados a convertir estos actos en un auténtico espectáculo, no perdieron detalle de la familia Trump y de todo lo que tuvo que ver con esta gran gala que se celebró en el Centro de Convenciones de Washington. Los arrumacos entre Trump y su esposa fueron una de las imágenes que han acabado dando la vuelta al mundo.
También la del vestido de Melania, que lució un elegante modelo diseñado por sí misma y el exdirector creativo Hervé Pierre; un largo vestido de seis capas y una cinta roja en la cintura que poníe en evidencia las envidiables curvas de la nueva primera dama estadounidense. Los ojos de los norteamericanos también estuvieron puestos en Ivanka Trump y su marido, que se unieron al baile, y en esa familia que, a partir de ahora, será analizada por un mundo occidental preparado para los cambios que pueda deparar esta 'era Trump'.