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Trierweiler gana la partida a Bruni

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Primerísima dama Trierweiler
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Primerísima dama Trierweiler

Carla Bruni ha dejado de ser la novia de Francia. Ha sido destronada por la nueva inquilina de El Elíseo, Valérie Trierweiler, que no sólo ha conseguido hacerse con su ansiado título de Primera Dama, sino que ha conseguido ensombrecerla con su elegancia durante la reunión mantenida este martes entre el presidente saliente Nicolás Sarkozy y el recién electo líder de la República Francesa, François Hollande. A pesar de que el encuentro tenía como protagonistas a los dirigentes políticos, la atención estaba puesta sobre las damas que les acompañaban. Carla Bruni, exmodelo, actriz y cantante ha pasado de ser el bello rostro de Francia a copar numerosos titulares por su 'ocaso' físico. El país ya no quiere tener una maniquí en El Elíseo y eso se ha dejado notar en su forma de vestir -mucho más causal- y su aspecto en general, que ha pasado de la ostentosidad de antaño al look desaliñado de sus últimas apariciones. Por su parte, Valérie Trierweiler ha sorprendido gratamente al pueblo galo, que recibe con alegría el nuevo cambio de aires socialista después de cuatro años con un gobierno conservador. Su estilo ha logrado eclipsar la presencia de Bruni. Su paso ante los fotógrafos ha sido seguido por el disparo de cientos de flashes que inmortalizan, y sentencian con ello, un duelo de damas en la que la esposa de Hollande ha sido la vencedora.
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Mientras que Carla Bruni optó por llevar el pelo liso y suelto, la esposa del actual presidente de la República de Francia, Valérie Trierweiler, se decantó por lucir el cabello ondulado, previa visita a la peluquería.
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Ambas eligieron la combinación blanco y negro para la cita. Bruni, con un traje chaqueta de pantalón negro conjuntado con una camiseta básica blanca. Trierweiler un vestido de gasa semitransparente de color negro hábilmente conjuntado con una americana blanca y una cartera del mismo color.
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La mujer del presidente saliente de El Elíseo, Nicolas Sarkozy, optó por la comodidad frente a la elegancia. Después de haberse convertido en la Primera Dama en dar a luz durante la presidencia es habitual verla con calzado plano. Por su parte, Valérie se alzó sobre unos zapatos de tacón.
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La primera en llegar fue Carla Bruni, que esperó pacientemente la llegada de su ‘competidora’, que saludaba con alegría ante los vítores del pueblo y las llamadas de atención de los gráficos que se afanaban por inmortalizar el momento.
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A pesar de lo que la prensa ha considerado un ‘duelo de damas’, entre Bruni y Trierweiler no hay ninguna rivalidad. Ambas son conscientes de su papel como Primera Dama, una saliente y otra recién estrenada, y no desean que su ‘reinado’ se caracterice por su mala apariencia ante los medios protagonizando una auténtica guerra de damas.
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