Lo sabes. Es ir al campo, ver una valla y pensar: "Ahora es cuando cojo carrerilla, apoyo las dos manos y la salto". Pero entonces es cuando comienzan a pasar por tu mente imágenes de niños haciendo ese mismo acto y dos minutos después sangrando cual fiesta de la tomatina. Tranquilo. Este perro nos enseña que 'saltar' una valla con estilo es mucho más fácil. Toma nota.