Ana Obregón, la amiga de los niños

Ana Obregón se dio un baño de multitudes entre sus admiradores más fieles, los niños, en el circo instalado en la Plaza de Toros de la Ventas, en Madrid. La presencia de la actriz y bióloga tenía tintes solidarios: apoyar a la Fundación del Hombre, creada por el Padre Bartolomé Vicens en 1982. Ana se sintió emocionada e incluso desconcertada por las muestras de cariño. “Mi vida son los niños. Ellos se lo merecen todo”, dijo al ver reconocido su trabajo.

La actriz siempre nos sorprende por sus manifestaciones, a veces poco creíbles. Cuando finalizó la serie ‘Ana y los siete’ comentó que los más perjudicados serían los niños porque la querían. Ayer se pudo constatar que es cierto. Los cerca de 700 niños que se acercaron a la carpa circense -algunos de ellos con discapacidades-, la vitorearon, la aplaudieron, se hicieron fotos con ella… a lo que Ana respondió con su mejor sonrisa y con un gesto amable.

Muchos de los chavales decían “es la presentadora de ‘Ana y los siete’ y está muy buena”. Hubo un momento en el que a Ana se le pusieron los vellos de punta. Se le acercó un niño invidente y eso llega al corazón de cualquiera, incluso al de nuestra bióloga más famosa. En un marco sin par como el circo, la pregunta que Vanitatis.com le formuló a Ana era de cajón: ¿Te hubiera gustado trabajar en una carpa? A lo que contestó con un “no” rotundo.

Por un día Ana no contestó a ninguna cuestión de su vida privada, ni tampoco si hay Belén en su casa, de los de verdad con figuritas. Y es que la actriz formaba parte del jurado que eligió al mejor Belén infantil de Navidad entre los niños de la Comunidad de Madrid pertenecientes a 43 colegios. Obregón muchas veces es criticada, pero ayer era el ídolo de los más pequeños y consiguió hacerles feliz. Fue su mejor regalo de Reyes.