La falsa urgencia de Telma Ortiz

A diferencia de su hermana, Telma Ortiz lleva un embarazo de cine. Sin angustias matinales, ni el malestar general que atacó durante los nueve meses a la Princesa Letizia y que la obligó a cancelar compromisos institucionales y apariciones públicas. En el caso de Telma, ha ocurrido todo lo contrario. Desde que llegó a España tras finalizar su contrato laboral, y por el momento sin nuevas responsabilidades profesionales, se dedica a disfrutar de la vida y de su espléndido embarazo, que a estas alturas ya está a punto de caramelo.

Uno de sus lugares preferidos para sus escapadas es Sardeu, donde vive la abuela Menchu. Y hasta allí ha viajado en varias ocasiones acompañada de su novio Enrique Martín. En una de estas visitas, y según unas imágenes que aparecieron después en la prensa, se veía cómo una furgoneta de la Cruz Roja entraba en la casita encantada. Las fotos se acompañaban de una información que aseguraba que Telma había sufrido una indisposición, y de ahí la llegada urgente del personal sanitario.

En realidad, la historia era otra. Se trataba de una visita rutinaria del instalador del aparato de teleasistencia que tiene en su casa la abuela Menchu. Un servicio que se solicita en los Centros de Mayores y que sirve para que las personas que viven solas estén controladas en todo momento. Consta de un dispostivo que se coloca al lado del teléfono y de una “medallita” -así lo llaman los usuarios- que lleva el paciente.

En varias de las imágenes se ve a Menchu del Valle con el colgante y recibiendo la visita periódica del profesional, que no es médico sino técnico. Por lo tanto, ni Telma se sintió mal ni hubo ninguna urgencia.