‘Condenan’ a Winehouse a dos años sin ver a su marido

Si bastante tenía Amy con su problema con el alcohol y las drogas, la pobre va a pasar ahora más de dos años sin ver a su chico. El delito lo ha cometido él pero el castigo es compartido. La cantante, ingresada en un centro de rehabilitación del que sólo sale para dar conciertos, como hace un par de semanas cuando vino a Rock in Río, se quedará sin poder disfrutar de las visitas de Blake Fielder-Civil. Un tribunal londinense le ha condenado a 27 meses de prisión por partirle la cara –literalmente- a James King, el dueño de un pub de Londres a quien agredió en junio de 2006 y al que ofreció después 250.000 euros para que retirase la acusación.

Al dictar sentencia en una vista celebrada este lunes, a la que no asistió la cantante británica, el magistrado David Radford destacó que Fielder-Civil, de 26 años, se había comportado de un modo "injustificado y vergonzoso" y no le ha permitido cumplir la pena en un centro de desintoxicación. El acusado, que se ha declarado culpable de ambos cargos, ha cumplido ya nueve meses de prisión preventiva, por lo que podría salir en libertad en cuatro meses y medio si tiene buena conducta entre rejas. El agredido ya se ha recuperado de la fractura del pómulo pero aún necesita ayuda psicológica.

Los suegros de Amy quieren que no se vean

Los suegros de la cantante británica quieren impedir que la pareja se reencuentre hasta que ella se desintoxique. La madre del preso, Georgette, ha confesado en una entrevista en el diario News of the World que está terriblemente asustada porque, una vez libre, Blake se reúna con Amy, lo que, a su juicio, "podría ser una sentencia de muerte para ambos (...) Blake cree que va a ser el salvador de Amy y se ha propuesto intentar que deje las drogas. Pero Amy es completamente inestable. Blake es un adicto que se está recuperando y no es lo suficientemente fuerte para resistir la tentación".

"Si se reencuentran, sé que volverán a las drogas en cuestión de días. Los camellos pulularán alrededor de Blake y Amy. Son tickets de comedor para ellos. Entonces alguien llamará a la policía y Blake será detenido y enviado de nuevo a prisión", dijo.

En un dramática confesión, la mujer expresó, asimismo, sus temores porque, una vez juntos, la pareja se encierre en una habitación de hotel "donde hay un peligro real de que sufran una sobredosis (...) Amy tiene que demostrar que lo quiere lo suficiente para dejar las drogas. Entonces, una vez que estén limpios los dos, pueden tener un futuro de verdad juntos".