Laura Ponte, look bohemio y vintage

Siempre se ha comentado que para vestir con corrección y a la última, las modelos son un ejemplo a imitar. Después de los diseñadores, ellas son las primeras en descubrir las tendencias que inundarán los armarios del resto de mortales. Poco a poco las revistas empiezan a incluir imágenes de las mismas y fuera eso sí, de los focos y las pasarela, lo cual viene a confirmar las palabras de la famosa estilista de Supermodelo, Cristina Rodríguez. Sus clases para definir el estilo de las concursantes no tenían desperdicio y fueron criticadas por más de uno.

En nuestro país son muchas las modelos que han saltado de las revistas de moda a las revistas del corazón, desfilando en fiestas y de casa al súper. Este es el caso de Laura Ponte, una de nuestros mejores modelos de todos los tiempos. Su desembarco en el mundo de la moda fue bastante accidental. Tras terminar sus estudios en el instituto se trasladó a Londres para aprender Ciencias Políticas. Sin embargo, a los 19 años cautivó perdidamente a un fotógrafo y ganó ese mismo año un concurso de la agencia Elite, Look of the Year. De ahí, comenzó su espectacular avance hasta convertirse en una modelo imprescindible para diseñadores como Valentino, Ralph Lauren, Hugo Boss o Christian Lacroix o prestigiosos fotógrafos como Mario Testino o Richard Avedon.

Retirada ya de las pasarelas (aunque sigue colaborando con Miguel Palacio) Laura Ponte se casó en 2004 con Beltrán Gómez- Acebo, primo del Príncipe Felipe e hijo de la Infanta Doña Pilar. Actualmente tienen dos hijos, Laura y Luis, aunque es posible que le den un nuevo hermanito. A pesar de sus hijos, Laura Ponte todavía tiene tiempo para dedicárselo a la moda. Al margen de sus cuñadas y conocidas el estilo de la modelo es realmente personal, entre un look bohemio- retro-vintage, que no olvida ni en las ocasiones más especiales.

En fiestas y bodas Laura Ponte suele optar por vestidos hasta la rodilla con abrigos y guantes años veinte. Además, es una amante de los cinturones y las pamelas y, al igual que Doña Letizia, no tiene ningún problema en repetir complementos y zapatos. Los abrigos y los chales de piel también son muy importantes en su vestuario años veinte. En las fiestas suele optar por trajes de gasa o seda en tonos más bien oscuros como el negro y casi siempre con medias tupidas. Para rematar el look nada mejor que una estola de piel o de flores y joyas de aire vintage.

En la calle, la modelo no olvida su estilo, acentuándose aún más ese look bohemio. Vestidos largos sobre leggins o vaqueros con chaquetas, bailarinas y botas. Lo más curioso es que no tiene ningún problema a la hora de combinar colores y tejidos, aunque la mayor parte de las veces acierta sin ningún problema.