Mila Ximénez: “Soy anarquista y anti Letizia”

Las palabras se deslizan por su boca suavemente, emitiendo un sonido armónico sobre el que Mila Ximénez asienta un discurso demoledor contra buena parte de todo lo que vivió durante muchos años. Resuelta, lanza al mercado su primera novela con el elocuente título Gitana, ¿Tú me quieres? (Ed. Temas de Hoy). Encontrar a los alter ego en la realidad de los protagonistas (la tonadillera Malena Montoya y su amante, el político Julio López) resulta tan sencillo que obviaremos poner el nombre de la folclórica y el alcalde que más ríos de tinta han hecho correr en los últimos años: todo el mundo sabe de quién hablamos.

 

Mila querría ser una gran escritora de historias de amor, pero se conforma con no quedarse para ella nada de lo que piensa o sabe. Cuando se le propone que se relaje y conteste a la entrevista con mordacidad, esboza una sonrisa cómplice y empieza a desgranar sus razones...

¡Que tiemble España!

 

 

Para empezar de buen rollo, Mila. ¿Hay ‘negros’ tras tu novela? Ya sabes que estas cosas luego se saben y...

Mira, en mi novela no hay negros, pero si hay alguno por ahí que aparece y quiere cenar conmigo, me lo quedo. Así de claro, aunque no sepa escribir.

¿Cómo ha sido la construcción de los personajes de tu novela? ¿Llevaba bata de cola la musa de la inspiración cuando vino a visitarte?

No, no. Era una delincuente, Malena es una persona a la que en el fondo le cogí cariño. Es una mujer a la que le han escrito su vida y luego se le ha ido de las manos. La gente se cree que es un personaje con mucha base, pero no tiene ninguna. Es un muñequito en manos de gente y en mi libro se ve cómo es.

El proceso de creación lleva a que muchas veces los autores se identifiquen con sus personajes. ¿Tú cómo te has sentido al vivir en la piel de esta gente?

Yo lo he vivido como si me sentara en el salón de sus casas y contara lo que pasaba. Hay un personaje precioso en la novela que es Auri, el hermano de Malena. Ese personaje me ha dado mucho juego y me he reído con él.

Los nombres resultan cuando menos intrigantes. Julio López, Malena Montoya, Suelorrico... ¿Cómo has llegado hasta ahí?

 

Suelorrico es muy bueno, ¿no? Pues un día me senté –yo trabajo sin guión, lo que es tremendo–, me puse a poner nombres y me salió. Creo que Marbella ha sido mucho tiempo Suelorrico, aunque ahora ya sea un suelo pobre. En el resto de España hay más ‘Suelorricos’ que se han quedado sin ser ricos porque se lo han llevado otros. Ha habido grandes ladrones de suelo en este país.

Ficción y realidad. Difícil encontrar la frontera en tu novela...

Que la encuentre el lector, yo lo dejo ahí. Qué duda cabe que cuando escribes oyes los ruidos de la calle, y yo soy una escritora que cuenta cosas. Es muy bonito crear al personaje, moldearlo, ponerlo en situaciones difíciles para él. Está bien jugar con la vida de los otros, en el mejor sentido de la palabra ‘jugar’. Eran personajes que me pertenecían y yo les ponía en la situación que me daba la gana. Ha sido una experiencia maravillosa.

En el ‘mundo exterior’, en la vida diaria, también es difícil hallar esa línea, ¿verdad?

Yo lo único que echo de menos, y creo que yo tampoco lo he hecho aunque voy a intentar colaborar más en ese sentido, es que nos falta humor, que es muy importante. Los programas que funcionan en televisión son los programas de humor. A la realidad hay que quitarle hierro y no tomársela tan en serio como me la he tomado yo.

Cada uno con su historia, pero los personajes que retratas tienen algo en común: un fondo oscuro y egoísta. ¿El hombre es un lobo para el hombre?

Absolutamente, yo creo que en el fondo somos depredadores. Cuando tienes una relación siempre hay uno que pierde y otro que depreda. En esta novela se comen todos unos a otros.

Decía Enric González el otro día en El País al hilo del caso Campos-Vasile que el consejero delegado de Telecinco sabe que “casi nada de lo que se dice en televisión tiene importancia”. ¿Has escrito esta novela para empezar a contar algo importante?

Es verdad que decimos muchas gilipolleces, pero también nos están obligando a callarnos la boca, últimamente mucho más que nunca, porque obviamente cuando abres la boca cae mucha gente que tiene mucho peso. Yo creo que a partir de ahora va a haber muchos menos tapados, habrá más gente de la que se podrá contar cosas y espero que podamos tener más transparencia.

Oye, vaya dardos a los pilares... ¿Tú eres anarquista?

¡Claro! ¡Absolutamente! Anarquista y anti Letizia y anti Felipe y anti monarquía después de Juan Carlos. No me importa nada decirlo.

¿En quién has pensado para la adaptación a la gran pantalla?

En Isabel Pantoja. Ella lo haría muy bien.