¿En qué se parecen Ana Botella y Carmen Janeiro?

Misterio, intriga… sí, puede que este no sea más que otro de esos titulares ‘todo fachada’, y la similitud entre la Concejala (así, en mayúsculas, como el título de una película de acción) y la Hermana del torero esté cogida con algo incluso más endeble que unos hilos, pero la moda es la diosa de las apariencias y esta primera crónica de Madrid Cibeles Fashion Week no va quiere decepcionar a aquellos que se quedan en los tópicos sobre su frivolidad. Para averiguar la similitud, sólo hay que seguir leyendo.

¡Qué fecha más oportuna para empezar la pasarela! ¿Crash? ¿Qué crash? El gran debate, la materia que se trata con auténtica consternación en las primeras horas de la Cibeles Madrid Fashion Week es precisamente eso: el nombre que se ha puesto, desde esta edición, la pasarela de moda más importante de España. “Cibeles es el nombre de un monumento a una diosa que está en Madrid”, explica en inglés una estilista española a otra francesa mientras remata: “Definitivamente no me gusta. Han intentado copiar a Nueva York o a Londres pero no hacía falta”.

A falta de grandes nombres famosos a los que evaluar, el tema del bautizo de la pasarela es la comidilla del Cibelespacio, el lugar en el que varias marcas han montado sus stands junto a los dos salones de desfiles que componen la pasarela. Quizás las celebrities patrias se han quedado dormidas: hasta la diosa más pétrea de las que habitan Madrid está aún perezosa en este su primer día de gloria, pero aún así los desfiles han comenzado y alguna habitual del cuore ha aparecido por allí. La mañana ha estado tan tranquila que ni siquiera el desfile de Ailanto, que comenzó a las 13.30, ha tenido lleno. Con la cara algo adormilada todavía Carmen Janeiro ha podido recordar viejos tiempos (viejos sueños suyos, mejor dicho), pero lo ha hecho a primera hora de la mañana, acompañada por Lidia Lozano o Paola Dominguín, y con un foulard rosa al cuello.

Las tres estuvieron en el ‘desfile inaugural’, el de Devota & Lomba, que pasadas las diez de la mañana abría la nueva edición de la pasarela. Para algo Modesto Lomba es el presidente de ACME, la ‘patronal’ de los diseñadores, y el puesto hace que la prensa amplifique su trabajo. Mientras el número de periodistas por metro cuadrado va creciendo exponencialmente a lo largo de la mañana, el de chicos/ chicas monos/monas y solos/solas va disminuyendo: sus jefes les reclaman para que repartan revistas, maquillen gratis o simplemente para que muestren el grado de perfección de sus ortodoncias. Todas estas sonrisas y músculos profesionalizados son en realidad las de los otros, los que no han llegado a (o ya no son) modelos, los que se dedican a ese cajón de sastre que es el mundo de las promociones.

Paola Dominguín, que también estuvo en el desfile de D&L lanzando besos con un bolso rosa estampado con labios, se quedó hasta el mediodía para contemplar el desfile de Juan Duyos, y tuvo como compañera de excepción a Ana Botella. La concejala siempre llama la atención por sus clásicos conjuntos y su maquillaje y no ha podido evitar escoger el rosa, su color fetiche, en forma de top. He aquí la coincidencia entre la concejala y la ex modelo (glups). No era para tanto, la verdad, aunque seguro que a Carlos García Calvo o a Jousi –el estilista de Supermodelo– les habrá llamado la atención. A mí al menos, sí.