La fiesta de solteras de Genoveva Casanova

La casa de Paloma Segrelles, una de las amigas de la cuchipandi de Genoveva Casanova, se lleno de guirnaldas, de centros de mesa con frutas exóticas y manteles de colorines para recrear un entorno -imagino- de cantina mexicana. El motivo era festejar el cumpleaños de la ex nuera de la duquesa de Alba, y qué mejor regalo que prestar los salones y organizar el encuentro festivo. Eso fue lo que hicieron la joven Segrelles y su marido Emilio.

 

El domicilio de Genoveva no es tan amplio como el de su amiga y por lo tanto es más complicado a la hora de meter a los sesenta amigos más los mariachis, que si se descuidan se quedan a desayunar. La ex nuera de la  duquesa tiene un chalet adosado en la misma urbanización donde vive Gonzalo Miró y su cuñada Eugenia; Francisco Rivera y su perro; Fonsi Nieto, que no se si tiene animal de compañía, pero se lo puede prestar su ex Ariadna Artiles que tiene su casita a tiro de piedra. Aunque todos ellos comparten comunidad vecinal no estaban invitados al evento, porque no nparte del grupete de amigos de la dulce Genoveva.

Como era de esperar tampoco acudió el ex marido Cayetano Martínez de Irujo, amigo desde la infancia de la anfitriona Paloma. A pesar de lo que se ha dicho, Genoveva y el jinete no han presentado ninguna demanda de divorcio. La situación legal es la misma de antes del verano y del invierno pasado. Es decir, estacionada hasta que ocurra alguna novedad que desencadene la toma de decisiones. Por ahora, el único arrebato sentimental de la familia Alba es el de la duquesa y su novio Alfonso Díez.

A la fiesta de cumpleaños acudieron los de siempre capitaneados por la entrañable Paloma Cuevas (que es quien suele coordinar al grupo),  Enrique Ponce, ‘Litri’, Carolina Adriana Herrera -y su tripa de ocho meses y medio- más el resto de amiguitas solteras como Gemma Ruiz, María Zurita, Alejandra Rojas y una Jaidy Mitchell emocionada al enterarse de la ovación que recibió esa misma noche su novio Rafa Márquez en el Camp Nou.

El sector masculino estuvo representado por Miguel Angel Muñoz, que se deja querer como buen soltero de oro que es. Hubo tequila,  tomate preparado, daikiris, mojitos, coronita a morro, tacos variados, nachos y mucha animación. Es lo que tiene el tequila; que abre los corazones y dispara el contoneo. Genoveva sopló dos veces las 32 velas. Una a las doce de la noche y otra casi al marcharse. Como segundo regalo de cumpleaños, Paloma Segrelles había encargado una tarta que en la parte superior tenía una foto comestible de la homenajeada con sus hijos Luis y Amina. Genoveva se la llevo a casa para compartirla con los niños.

Pero antes, por aquello de que trae suerte, repitió. Como era de esperar le cantaron Las Mañanitas, El rey, Por una mujer bonita… y el resto del repertorio. Genoveva se marchó a casa contenta y con el coche hasta arriba de bolsas y envoltorios de firmas de lujo. Como si fuera el vehiculo utilizado para un “alunizaje”.