La consuegra de Tita le hace la competencia

Ha nacido un nuevo ídolo mediático que mueve masas. Heidi Unkoff, la madre de Blanca Cuesta, tiene un nutrido club de fans. La distinguida señora acudió hace un par de días en Barcelona a un desfile en representación de su hija e iba impecablemente vestida con chaqueta roja y pantalón negro. La consuegra de la baronesa Thyssen llegó, se sentó, disfrutó y convenció con su estilo y discreción.

 

En primera fila admiró las creaciones primaverales de la diseñadora Marta Rota para ‘Tot Hom’,bajo la mirada atenta de sus clientas. Al parecer, muchas de las asistentes al pase se percataron de la presencia de Heidi y su tirón popular. Incluso la propia mamá de Blanca y suegra de Borja se dio cuenta que muchas veces las miradas se desviaban de la pasarela hacia su asiento.

 

La señora Cuesta recibió muestras de apoyo y cariño y formó algún corrillo en el que se comentaba: “Es la madre de Blanca, la nuera de Tita, que discreta, siempre habla bien de todo el mundo, que diferencia”. Muy amablemente Heidi contestó brevemente a las preguntas de la prensa con la amabilidad que la caracteriza. Dicen que la feliz abuela muestra orgullosa la foto de su nieto, Sacha, que por ser el pequeño de su dinastía es su ojito derecho. Además, Heidi ha confesado que le habla en alemán a su nieto, que desde los once meses anda.

 

La mamá de la nueva señora Thyssen todavía anda con dificultad tras sufrir hace unas semanas una lesión en un pie. La abuela de Sacha lleva un pequeño yeso en una de las extremidades, que la lució en el primer cumpleaños del pequeño de la familia. Por su parte, Blanca no pudo asistir a los desfiles, que reunieron durante dos días a 4.000 personas en cuatro pases.

 

Tanto Heidi como su hija Blanca respiran un poco más tranquilas ya que las aguas en la familia han vuelto a su cauce. ¿Hasta cuando esa felicidad soñada? De momento, y tras el primer cumpleaños de Sacha, parece que Carmen Cervera ha vuelto a ver a su nieto, y por ende a su nuera e hijo. Tita ejerce de abuela y disfruta del retoño, que cada vez está más grande y tiene los ojitos de su madre. La pareja feliz no se ha movido de Barcelona durante las últimas semanas y quizás esperando volver a Ibiza en verano. Las agencias de prensa montan guardia durante el fin de semana por si asoman la cabeza el matrimonio y su hijo. En contadas ocasiones se van a casa con el cántico “misión cumplida” ya que Borja y Blanca miden mucho sus salidas, siempre escoltadas por su seguridad personal.