La duquesa de Alba no echa de menos al novio

“Ni está ni se le espera”. Esta frase ya memorable dicha por Sabino Fernández Campo la noche del 23 de febrero referida a la presencia de Armada en el Palacio de la Zarzuela es igual de útil para explicar la ausencia de Alfonso Díez en el hospital Sagrado Corazón de Sevilla, donde ayer por la mañana operaban a su amada. La duquesa, que evoluciona favorablemente de la intervención practicada por el neurocirujano doctor Trujillo, estuvo arropada en todo momento por sus hijos e, incluso, por Genoveva Casanova, que salió del hospital acompañada de su ex marido.

Desde las navidades pasadas, cuando ambos tuvieron un desencuentro importante (Ver noticia), no se les había vuelto a ver juntos. En esta ocasión el cariño que Genoveva tiene por la que fuera su suegra ha sido definitivo para esta aparición pública. La duquesa siempre ha sido muy considerada con los maridos y mujeres de sus hijos, a los que en momentos complicados ha apoyado. Incluso, a veces en detrimento de los hijos, como ocurrió cuando Francisco Rivera se ennovió con la prima Blanca y Cayetana aseguraba que eran “imaginaciones de Eugenia”.

A diferencia de otras temporadas en que cada uno iba por libre, en estos momentos la familia funciona como una piña. La madre no ha estado sola en ningún momento y los hijos se iban turnando para hacerla compañía. Puede ser que precisamente al no sentir ese abandono, la duquesa no tenga tanta necesidad de estar con el entrañable Díez, y que la relación no sea ya tan intensa y vehemente como hace unos meses. Dicen que Alfonso no acudió al hospital, ni ésta vez ni las anteriores porque los hijos le habían vetado. Una explicación un tanto chusca teniendo en cuenta el fuerte carácter de la enferma y el poco caso que siempre ha hecho a las presiones externas.

A los hijos no les gusta el funcionario, pero son lo suficientemente elegantes y educados para no montar un cirio en los pasillos de la clínica. De hecho, cuando el novio ha visitado a su amada en el palacio sevillano, el hijo que estuviera de guardia se marchaba un par de horas para que no hubiera tensiones. Por eso, no es comprensible esta “deserción”. A no ser que la enferma prefiera la compañía de sus fieles amigos de toda la vida que nunca le han fallado.

Según el primogénito, Carlos Huescar, su madre permanecerá en el hospital “seguramente hasta el miércoles. Aunque todo depende de lo que digan los médicos”. Después vendrá la convalecencia y será en ese momento cuando se verá si Alfonso Díez está dispuesto a hacer valer sus derechos de novio oficial. O podría que fuera la duquesa la que quisiera retomar de nuevo su libertad afectiva.