Las coincidencias de Letizia y Pantoja

Dice el refrán que “para gustos los colores”. Que a un grupo dispar y sin ningún tipo de coincidencia vital le gusten las mismas cosas es casi tan difícil como ver a Ana Obregón con un largo de falda por debajo de la rodilla o que Chabely Iglesias pose para un reportaje “gratis total”. Pero cuando se encuentra ese punto de unión el resultado puede ser sorprendente. Sobre todo cuando se trata de estilos tan dispares como los de la Princesa de Asturias, Isabel Pantoja o la multidisciplinar Obregón.

Las tres mujeres no pueden ser más opuestas en contenido y en continente. Al menos en lo que se refiere a estilos textiles y complementos. Se sabe que a la princesa le pierden los zapatos de plataforma, a la cantante los diseños con brillo y a la actriz la lencería para salir a la calle porque en casa parece que utiliza pijamas de algodón de cuello alto.

Hay una cuarta mujer que ha conseguido el 'más difícil todavía' que traducido a la vida fuera de la pista del circo es unir el gusto de la consorte real con el artisteo. Se trata de Charo Ruiz, una diseñadora afincada en Ibiza que vende su ropa por todo el mundo y que mantiene la línea argumental más bella de lo que fue la moda Ad-lib. (Ver álbum)

Y aquí es donde juega el capricho del destino. Las primeras fotos de la Infanta Leonor en el verano del 2006 vestida con un trajecito blanco de algodón de dos piezas en plan niña rumbera era obra de Charo Ruiz. Se lo puso su mamá y la foto ocupó la portada de las revistas de esa semana. A partir de ese momento muchos clientes con tienda propia solicitaron ese modelo. En el pedido no figuraba ningún etiquetado determinado. Tan solo “vestido de infantita”. Con ese dato, la proveedora ya sabía lo que demandaban los tenderos.

En el caso de Isabel Pantoja, la elección fue por partida doble. En la exclusiva en la que posaba en Cantora acompañada de su hijo, aparecía con dos vestidos ibicencos azul y verde. Y lo más llamativo: por una vez a Kiko la ropa que llevaba le sentaba bien. Había elegido un conjunto de camisa blanca y pantalón de algodón negro que le adelgazaba y no le hacía macarra. En la segunda entrega, en la que Isabel se confesaba en plan copla “mi relación con Julián Muñoz ha terminado”, también eligió dos diseños ibicencos que la sentaban francamente bien.

En una de las imágenes aparecía sentada con una falda floreada y una blusa de algodón con encaje. En otra, con blusón adornado de puntilla en las mangas y escote. Este estilismo ibicenco también fue el preferido de Ana Obregón, el verano pasado. En su caso se trataba de un short abullonado en blanco acompañado de un cuerpo con tirantes y jaretas. En otra ocasión eligió el mismo vestido que utilizó Elisabetta Gregoraci, la mujer Briatore, en el último desfile de la moda Ad-lib firmado también por Ruiz.