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Penélope Cruz, una boda y tres vestidos
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Penélope Cruz, una boda y tres vestidos

Todos quieren vestir a Penélope Cruz. Desde hace tiempo, la española se ha convertido en un codiciado objeto de deseo para los diseñadores que buscan percha

Foto: Penélope Cruz, una boda y tres vestidos
Penélope Cruz, una boda y tres vestidos

Todos quieren vestir a Penélope Cruz. Desde hace tiempo, la española se ha convertido en un codiciado objeto de deseo para los diseñadores que buscan percha para sus trajes de gala. Pero no sólo interesa la artista cuando hay que codearse por las alfombras rojas de medio mundo, sino que los vestidos que luce en su vida privada también se cotizan al alza. Y si no que le pregunten por sus atuendos en la boda de su amiga Salma Hayek.

Salma Hayek se casó por segunda vez el pasado fin de semana con François-Henri Pinault, en una selecta y discreta ceremonia. El lugar elegido fue Venecia, donde alguno pudo ver a selectos invitados exportados directamente desde Hollywood. Pero la que no se perdió la cita fue Penélope Cruz, gran amiga de la mexicana, y que por una vez consiguió arrastrar a su novio, Javier Bardem, a un acto social.

Fue en Venecia donde Penélope rebuscó en su armario para colocarse sus mejores galas. Para asistir al enlace celebrado en el Teatro La Fenice, Cruz se decantó por un vestido largo con escote asimétrico en color azul y con la parte delantera bordada. Como si estuviéramos en los Oscar, estaba firmado por Versace y pertenecía a su colección Versace Cruise. Según la marca italiana, para la fiesta, la actriz lució un vestido largo en chiffon de seda negro con un destacado escote de la Colección Vanitas Versace Primavera/Verano 2009. Vamos, que la chica de Alcobendas iba con los últimos modelitos del momento.

Pero Gucci también reclama su trocito de gloria. De acuerdo con esta casa, Penélope acudió a la fiesta que tuvo lugar con motivo del enlace Hayek el pasado 25 de abril vestida de esta marca. En concreto, la actriz llevaba un vestido largo azul cielo de la última colección con el que incluso fue fotografiada. Pero no estaba sola. Iba del brazo de Javier Bardem que llevaba un smoking negro ‘New Manhattan’ con camisa blanca, corbata gris y mocasines negros de cuero. Da la casualidad que Gucci pertenece al emporio de empresas del novio.

Percha cotizada

Penélope Cruz no suele casarse con ningún diseñador. En las alfombras rojas que recorre por medio mundo suele decantarse por la variedad. Es decir, ahora utilizo una marca y después otra. Por ejemplo, a los Oscar llevó contra todo pronóstico un modelos de Pierre Balmain blanco vintage que se había comprado de su propio bolsillo.

Pero tampoco era la primera vez que se colocaba un modelitos de Versace o de Gucci. Nadie olvida el Versace de color rosa que se colocó para la gala de los Oscar de 2007, cuando estuvo nominada a mejor actriz por su papel en la película Volver. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha decantado más por Armani, Chanel, Alaia o Oscar de la Renta que por las anteriores marcas. Sin embargo, en una boda todo puede pasar.

Todos quieren vestir a Penélope Cruz. Desde hace tiempo, la española se ha convertido en un codiciado objeto de deseo para los diseñadores que buscan percha para sus trajes de gala. Pero no sólo interesa la artista cuando hay que codearse por las alfombras rojas de medio mundo, sino que los vestidos que luce en su vida privada también se cotizan al alza. Y si no que le pregunten por sus atuendos en la boda de su amiga Salma Hayek.