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El Supremo desestima la demanda de Rivera
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El Supremo desestima la demanda de Rivera

La batalla entre prensa rosa y famosos continúa, aunque los rostros conocidos no siempre tienen a la justicia de su lado. El torero Francisco Rivera Ordóñez

Foto: El Supremo desestima la demanda de Rivera
El Supremo desestima la demanda de Rivera

La batalla entre prensa rosa y famosos continúa, aunque los rostros conocidos no siempre tienen a la justicia de su lado. El torero Francisco Rivera Ordóñez había demandado a las revistas Qué me dices y Diez Minutos por la publicación de una serie de informaciones sobre aspectos de su vida que el consideraba de ámbito privado, así como detalles de la muerte de su madre, Carmina Ordoñez.

Aunque la demanda data de 2004, la respuesta definitiva ha llegado ahora de la mano del Tribunal Supremo. El TS ha ratificado lo que ya habían dicho en primera instancia el juzgado y la Audiencia Provincial de Sevilla, que no era otra cosa que, en el caso de Francisco Rivera, el derecho a la información primaba sobre el derecho a la intimidad.

El torero había realizado una petición para que la justicia mediara. Así solicitaba una indemnización por daños y perjuicios y que se condenase a la editorial Hachette Filipacchi por una intromisión en su intimidad. Con esa condena vendría además la obligación de hacer efectivo el cese "inmediato de dicha intromisión”.

Según publica el diario La Opinión Coruña, el juez Ignacio Sierra Gil de la Cuesta ha sido rotundo en su respuesta al torero. Así, según recoge el diario gallego, el juez deja claro que el diestro no puede ampararse en este caso concreto en dicho derecho ya que el derecho al honor, la intimidad y la propia imagen no es “absoluto” sino que tiene excepciones y al hermano de Cayetano le ha tocado ser una de ellas.

Afirma en su sentencia el magistrado que el afectado, con su propio comportamiento, ha "despojado del carácter privado o doméstico" aspectos de su vida personal y sentimental. Según recoge el diario, dice el juez, que, además de “su indudable proyección pública”, el ex marido de Eugenia Martínez de Irujo "presta su imagen para fines publicitarios obteniendo a cambio grandes beneficios económicos".

Por ese motivo, y porque en ocasiones el propio matador ha informado en más de una ocasión sobre el "ámbito más íntimo de su vida privada", su vida, así como el la muerte de su madre constituyen "un hecho noticioso" y no un “cotilleo”. Por ello, el juez desestima la demanda y considera que ni las informaciones, ni las fotografías publicadas –estaban tomadas en lugares públicos- vulneran los derechos de Fran Rivera ni de su difunta madre, de quien Sierra afirma que "había limitado extremadamente su esfera de privacidad", por lo que su fallecimiento se convirtió en una noticia y no en un mero chisme.

La batalla entre prensa rosa y famosos continúa, aunque los rostros conocidos no siempre tienen a la justicia de su lado. El torero Francisco Rivera Ordóñez había demandado a las revistas Qué me dices y Diez Minutos por la publicación de una serie de informaciones sobre aspectos de su vida que el consideraba de ámbito privado, así como detalles de la muerte de su madre, Carmina Ordoñez.