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Un huracán llamado Carla Bruni
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Un huracán llamado Carla Bruni

Vino, vio y venció. Así se ha paseado Carla Bruni por nuestro país. La señora de Sarkozy compitió en glamour con la Princesa de Asturias, un

Foto: Un huracán llamado Carla Bruni
Un huracán llamado Carla Bruni

Vino, vio y venció. Así se ha paseado Carla Bruni por nuestro país. La señora de Sarkozy compitió en glamour con la Princesa de Asturias, un cara a cara propio de floreros donde sólo se elogia su apariencia. Y es que todas las revistas intentan averiguar cuál iba más mona en la cena de gala o a quién le quedaba mejor el traje ajustado, y la modelo tiene muchos puntos. Curiosa resulta la portada de Hola, que prescinde de Letizia para alabar todo el estilo de la presidenta francesa. Vamos, que es como si el mundo se hubiera parado para ver qué es mejor, si un Caprile reciclado o un Dior nuevecito.

Bruni sólo ha necesitado dos días y tres trajes para eclipsar a la mismísima Letizia. Sin embargo, la Princesa española ha sido un duro escollo para la italiana, acostumbrada a destacar allí donde va. Su primer mano a mano fue en unas escaleras de Zarzuela donde ambas derrocharon naturalidad y besos. La prueba de fuego fue la cena de gala. Aunque se alaba a la Princesa y a su vestido reciclado, a la modelo le llueven los piropos. Así, se destaca su armario chic, su estilo único fruto de años de pasarela y su clase aristocrática forjada en los mejores colegios. Vamos, una auténtica joya. No se sabe si para comparar, se nos aportan incluso las medida de la nuera real (1,67 metros de altura, 87-59-86 y una talla 36) y las de la señora Sarkozy (1,78 metros de altura, 90-65-89 y una talla 38). Sólo faltan las de la Reina.

Sin abandonar la Vieja Europa también tenemos retazos de la boda de Salma Hayek y su novio en Hola. Penélope Cruz no sólo logró que Javier Bardem la acompañara a este evento, sino que además le llevó el bolso. Eso sí que es amor. Lo mismo que el de la baronesa Thyssen. El ADN debe hacer milagros porque ahora ejerce de abuela ejemplar. Con su nieto en brazos sale a comer con su hijo y su nuera e, incluso, da dos besos a Blanca. Seguro que es una doble porque no hay quien la conozca. Pero esta revista tampoco se olvida de los posados en lata. Por un lado, Charlie Sheen presenta a sus gemelos. Por otro, Sebastián Palomo Danko y Olivia de Borbón cuentan su historia de amor mientras enseñan la casa de los padres de él. Vamos, que necesitaban la exclusiva y a falta de mansión, nada mejor que la de los suegros.

En Lecturas, los duques de Palma ya se despiden de Barcelona, ciudad en la que viven desde hace casi dos décadas. Como colofón, se llevó a su prole a un partido de tenis de Rafael Nadal. Pero esta huida no tiene importancia si se la compara con el mal de amores de Ana Obregón. Y es que sigue peleándose con Darek en los platós. Hasta uno se fue para decir que el polaco no significó nada para ella. Pues parece que no le olvida. La que aprovecha la popularidad familiar es su sobrina, que tira de vínculo familiar para forjarse una carrera de modelo. De momento, ahí va una exclusiva.

Amor eterno

En Diez Minutos, Eva González y Cayetano Rivera consolidan su amor. Ambos salieron a comer con un grupo de amigos entre los que se encontraban María José Suárez y Raquel Rodriguez. El guapo torero se rodeó de Misses de todas las edades. Así cualquiera. Y suerte hubo de no encontrarse con Iker Casillas. El guardameta salió a llenarse el estómago, no se sabe si el mismo día u otro, con algunos compañeros de equipo y con la cantante Nika. Otra que parece que quiere enmendar sus palabras es María José Campanario, que debería hacer voto de silencio. Tras llamar “sambenito” a su hijastra Andrea, ahora dice que adora a la niña -aunque no tanto como a sus propios hijos- y que su “cruz” es Belén Esteban. El lío está servido… otra vez.

Mientras el festival de Málaga toca su fin, Semana vive su particular Día de San Valentín. Por un lado, Carolina Cerezuela no se separa de su novio Carlos Moyá, que ha sido operado de una lesión. Por otro, Pierre Casiraghi y su novia italiana visitan a mamá Carolina en Francia, donde lleva una temporada de descanso alejada de los focos. Allí, con su sombrero de paja, mostraron su lado más campestre. Pero no todos son igual de felices. La que se siente muy sola es Anne Iguartiburu. “Estoy soltera y sin compromiso” anuncia. Lo que no desvela es el teléfono para los interesados, que seguro que son muchos.

Vino, vio y venció. Así se ha paseado Carla Bruni por nuestro país. La señora de Sarkozy compitió en glamour con la Princesa de Asturias, un cara a cara propio de floreros donde sólo se elogia su apariencia. Y es que todas las revistas intentan averiguar cuál iba más mona en la cena de gala o a quién le quedaba mejor el traje ajustado, y la modelo tiene muchos puntos. Curiosa resulta la portada de Hola, que prescinde de Letizia para alabar todo el estilo de la presidenta francesa. Vamos, que es como si el mundo se hubiera parado para ver qué es mejor, si un Caprile reciclado o un Dior nuevecito.