Es noticia
Menú
La maldición balcánica de las cinco 'kas'
  1. Noticias
NOTICIAS

La maldición balcánica de las cinco 'kas'

La semana pasada se anunciaba oficialmente la separación de los príncipes de Preslav, Rosario Nadal y Kyril de Bulgaria. Este 'revés' ha vuelto a dar de lleno en la

Foto: La maldición balcánica de las cinco 'kas'
La maldición balcánica de las cinco 'kas'

La semana pasada se anunciaba oficialmente la separación de los príncipes de Preslav, Rosario Nadal y Kyril de Bulgaria. Este 'revés' ha vuelto a dar de lleno en la linea de flotación de un buque familiar que parece estar muy tocado, por lo que bien podría hablarse de la maldición de los Sajonia-Coburgo Gotta. 

Hace un año, en agosto de 2008, el primogénito de Simeón de Bulgaria y Margarita Gómez Acebo, prima hermana del Rey Juan Carlos, Kardam, sufría un grave accidente de coche. Su Jaguar se salía de la carretera en la A-1, a la altura del municipio madrileño de El Molar.

Kardam, de 45 años, conducía el coche en el que viajaba también su esposa, Miriam Ungría. Ambos quedaron atrapados entre los hierros del vehículo con lo que fue necesaria la intervención de los bomberos para sacarlos. Un accidente muy grave en pleno mes de agosto, que interrumpió el veraneo de toda la familia. Kardam, príncipe de Tirnovo, estuvo en coma unos cuantos meses y, como adelantó en su día Vanitatis, este verano estuvo en una institución gallega para la recuperación de enfermos motrices. Parece ser que los resultados han sido muy positivos.

El rey del mar y la princesa

La única fémina de la familia, Kalina, ha dado más de un quebradero de cabeza a sus reales padres. Fue educada, como el resto de sus hermanos siguiendo unas pautas harto cosmopolitas: estudió en el Liceo francés, jamás olvidó sus raíces búlgaras y creció como una joven española más.

En 1996, Kalina vivió con sus padres una experiencia única: la de volver al país de los suyos y hospedarse -eso sí, previo pago, como si de una turista más se tratase- en una de las antiguas residencias reales.

Un año más tarde, según relata Hola, Álvaro de Marichalar se encargó de lanzar la flecha de Cupido al corazón de la joven princesa y enlazarla al del experimentado explorador y viajero con más fama de España: Kitín Muñoz. La boda en tierra de sus antepasados terminaba con la carrera desenfrenada de juergas y rarezas de la pequeña de la saga y la novia llegaba al altar del brazo de su padre, tapada como una mujer afgana.

Tanta expectación despertó siempre la vida de la hija de Simeón, que hasta Eloy de la Iglesia dirigió una película, de nombre 'Los novios búlgaros', con dos protagonistas llamados 'Kyril' y 'Kalina' y una historia de gays y mafias rusas al más puro estilo De la Iglesia. Hoy, ya se escuchan rumores de que ambos, los aventureros kalina y Kitín, se andan tirando los trastos...

Una vida en el exilio

Simeón accedió al trono de su país a la edad de seis años, como consecuencia de la repentina muerte de su padre, el zar Boris III tras una entrevista con Hitler. La familia en pleno permaneció arrestada en el palacio de Vrana, cerca de Sofía. En sus memorias, la reina Juana, madre de Simeón, cuenta cómo los soldados soviéticos solían entretenerse disparando al azar en la dirección en la que se paseaba con sus hijos.

Exiliada la familia, Simeón nunca firmó su abdicación. Los 'Bulgaria' se instalaron en Alejandría hasta que se refugiaron en el asilo de la España de Franco, en donde él se convirtió en un hombre de negocios, directivo de la filial española de Thomson. Se casó con la aristócrata Margarita Gómez-Acebo y tuvo cinco hijos: Kardam, Kyril, Kubrat, Konstantin y Kalina.

Regresó a Bulgaria en 1996 y, definitivamente en 2001, recuperando la ciudadanía bulgara con el nombre de Simeon Borisov Saxkoburggotski, como líder y candidato del partido Movimiento Nacional Simeón II y nombrado primer ministro, convirtiéndose en el único caso de la historia en que un rey destronado recupera el poder político bajo formas republicanas.

La semana pasada se anunciaba oficialmente la separación de los príncipes de Preslav, Rosario Nadal y Kyril de Bulgaria. Este 'revés' ha vuelto a dar de lleno en la linea de flotación de un buque familiar que parece estar muy tocado, por lo que bien podría hablarse de la maldición de los Sajonia-Coburgo Gotta.