No habrá boda: Carbonero le dice 'no quiero' a Casillas

Sin duda, este Mundial tenía el nombre de España desde el principio. La selección empezó siendo favorita en todas las apuestas, para luego perder contra Suiza y copar importantes titulares en la prensa internacional asegurando que los futbolistas habían perdido fuelle. El final es conocido por todos.

Eso sí, alguien que nunca olvidará la aventura en Sudáfrica será Sara Carbonero. La periodista de Telecinco ha visto crecer exponencialmente su popularidad en tan sólo un mes y ha pasado a ser una de las más buscadas en Google. No sólo eso, ha sabido sobreponerse a los comentarios haciendo alarde de gran madurez. Sin duda estamos ante la era Carbonero.

 

Parecía que todo estaba preparado al milímetro. Sara Carbonero abandonó Sudáfrica junto a su novio, Iker Casillas, y viajó en el mismo avión que los jugadores de la selección. Nada más aterrizar en Barajas, la periodista fue a los estudios de Telecinco para maquillarse, enfundarse en un vestido de volantes rojo e ir a Príncipe Pío para poder cubrir la llegada de los futbolistas tras su periplo en autobús por la capital.

 

Pero antes de ir al centro de la ciudad, Jorge Javier Vázquez, presentador del programa Sálvame, quiso buscar a Sara. Y la encontró en su camerino. En los menos de dos minutos que duró el encuentro, ella se sinceró. Dejó claro que quiere mantenerse al margen de cualquier habladuría y que lo que ha vivido en Sudáfrica ha sido la mejor experiencia profesional de su vida: “Soy muy feliz”. Además, aseguró que no se casará con Iker Casillas en relación a la promesa que hizo su novio días antes en un programa radiofónico: “Seguro que Casillas, estará muy guapo con el pelo rapado”. Así quiso zanjar el asunto. Sara Carbonero es la novia de Casillas pero frente a las cámaras será siempre la periodista de deportes de Telecinco.

 

Aún así, y obviando todo el revuelo que se ha levantado en España tras su paso por el Mundial, Sara está atravesando su mejor momento. Lo tiene todo. Su vida profesional va sobre ruedas, goza de popularidad y gran parte del agradecimiento de Casillas por haber ganado la Copa del Mundo se lo dedicó a ella. Eso no tiene precio.

 

Pero como ocurre con los colores, hay opiniones de todo tipo. Algunas que atacan directamente la profesionalidad de Sara. Sin embargo, los hinchas que tuvieron la suerte de vivir la final en primera fila y estuvieron situados detrás de una de las porterías, pudieron ver como Sara tomaba notas a cada momento. Incluso se mostró amable y cercana con todos los que la saludaron. Antes de que el árbitro pitase el final del partido contra Holanda y fuese a abrazar a Casillas, los aficionados intentaron hacerse una foto con ella, aunque debido a un desnivel entre las gradas y el campo, apenas pudo salir en la foto.

 

A pesar del color rojigualda que recorre las calles del país, una vez en España todo es distinto. Aquí ningún desnivel parará al fenómeno “Carbonero”. ¿Estará preparada?