Shaila Dúrcal: "Sin problemas, la vida sería muy aburrida"

Fugaz ha sido su visita a nuestro país para promocionar un nuevo producto de Braun. Shaila Dúrcal tan sólo ha tenido tiempo para atender a las decenas de medios acreditados para la ocasión y de comer con su padre, por el que se preocupa cada día más. Ha cambiado su México de acogida por California, donde pasará las próximas Navidades y donde ultima su nuevo disco, una mezcla de rancheras y el pop más actual. Los problemas por la herencia de su madre continúan siendo su mayor quebradero de cabeza.

P: Promociona una plancha para el pelo, ¿es la imagen tan importante para un artista?

R: Por supuesto. Y más cuando no paras. Tener herramientas que ten versatilidad es algo que siempre se agradece.

P: ¿Cómo se cuida, a parte del maquillaje y del peinado?

R: Tengo que dormir mis ocho horitas, aunque últimamente brilla por su ausencia. Descansar, no pensar en nada, comer bien… Estoy adelgazando porque no paro y porque hago mucho ejercicio. Además, ahora que vivo en California practico mucho tenis.

P: ¿No echa mucho de menos nuestro país?

R: Sí, claro. A la gente, la comida…Me gustaría volver a España, pero ahora estoy muy bien viviendo a caballo entre Los Angeles y México, el país de mi marido. Es un momento muy importante en mi carrera.

P: Tiene una auténtica legión de fans en Estados Unidos y Latinoamérica, ¿se siente más apoyada allí que en nuestro país?

R: No, porque no es la misma situación. Es diferente. La forma de escuchar la música, la cultura en sí misma… pero todo el público me profesa mucho amor y cariño. Ahora estoy grabando ‘Así’, mi nuevo disco, que es mitad ranchero y mitad pop. Estamos en plena producción.

P: ¿Le ha ayudado ser hija de Rocío Dúrcal en su carrera musical?

R: Sí, por supuesto. Ese es el legado que me dejó. Es un gran icono de la música y creo que la gente tiene una mezcla de sentimientos al escucharme cantar. Además, ven en mí a mi madre cuando llegó a México y empezó a cantar música popular azteca.

P: ¿Cómo le afecta a usted la crisis?

R: Nos está costando a todos mucho. No he tenido un apoyo discográfico. No me hacían caso. Por eso todo lo que tengo lo he conseguido yo solita con mi marido y mi otro manager.  Hay que darle erre que erre si es lo que quieres. Incluso, cambiarte de país, si es necesario.

P: En el aspecto personal, ¿todavía le cuesta dirigirse a Dorio como su marido? ¿Tienen pensado ser padres en breve?

R: Cada vez menos. Todo el mundo quiere que me quede embarazada, pero estoy en un momento muy dulce de mi carrera profesional y creo que todavía tengo que un par de añitos.

P: ¿Se agobia con el interés que despierta en la prensa rosa?

R: No, la verdad. Lo primero que vi al nacer fue un fotógrafo de Hola. Respeto mucho vuestro trabajo, pero creo que hay programas de televisión que pierden el respeto. Hay niños que no tienen que oír tantas barbaridades sacadas de tono. Mi única queja es que falta mucho respeto entre los seres humanos.

P: ¿ Le preocupan esas publicaciones que se empeñan en sacar a relucir la piel de naranja, la celulitis…?

R: No, para nada. A mí me da igual si me pillan con coleta sin maquillaje… aunque siempre intento ir lo más arreglada posible.

P: Se la ha criticado en ocasiones por tomar una postura tan conciliadora en el conflicto familiar por el que atraviesan en la actualidad…

R: Lo que tenemos que hacer ahora es arreglar la parte legal. Contamos con profesionales que nos están asesorando.  Una vez se soluciones esto, estoy convencida de que limaremos las asperezas entre todos y volveremos a ser una familia. La vida, sin problemas, sería muy aburrida.

P: ¿Es duro mediar entre sus hermanos y su propio padre?

R: Sí, por supuesto.  Ahora vamos poco a poco. Cada vez que me marcho, las cosas se vuelven a enfriar, pero al final cada uno toma su propia decisión. Y no hay nada más respetable. Tenemos salud, que es lo que importa. Los problemas van y vienen.

P: Todavía peor sin la presencia de su madre…

R: La echamos mucho de menos. Cuando se fue todos nos desestabilizamos, pero poco a poco le he ido encontrado el lado positivo a su irreparable ausencia. No nos queda otra que seguir hacia adelante.