Los 'problemas' posparto de Penélope Cruz
A Penélope Cruz le ha ocurrido como a muchas embarazadas, que tras el parto el carácter y sus modos de comportarse varían. Suele ser un cambio
A Penélope Cruz le ha ocurrido como a muchas embarazadas, que tras el parto el carácter y sus modos de comportarse varían. Suele ser un cambio estacionario, que en la mayoría de las mujeres dura un corto periodo de tiempo. Empieza con la vuelta a casa, cuando la madre primeriza tiene que enfrentarse a esa nueva vida donde el recién nacido forma parte de la unidad familiar y marca los tiempos.
Según los expertos, hay diferentes estados emocionales que tienen que ver con el cambio hormonal y la inseguridad que supone no responder a las expectativas previstas. Una de cada dos mujeres se sienten desanimadas e inseguras en el tercer o cuarto día tras el parto. A este estado se le denomina maternity blues y suele ser un trastorno muy leve que se soluciona con el apoyo de la pareja y del entorno más cercano y afectivo.
Mientras la madre se encuentra en el hospital, el sentimiento de tranquilidad por el bebé es absoluto. La supervisión médica es total y de ahí la falta de preocupación. Penélope Cruz ha vuelto a su casa y, según parece, podría verse afectada por esa inseguridad maternal. La salida con el nuevo miembro de la familia resultó estresante, por ese afán de funcionar como si no hubiera existido embarazo, parto e incluso recién nacido.
Dicen que la actriz está muy cansada, que no quiere quedarse sola, que los caprichos son el pan de cada día, que tiende a la susceptibilidad y que la deprime verse con 14 kilos de más. Aunque las pocas imágenes que se han visto de ella embarazada -salvo los dos últimos meses- eran las dimensiones normales para su estado. Por ejemplo, su amiga Salma Hayek engordó veinte kilos y Jenifer López otro tanto.
El caso es que Penélope se encuentra en ese periodo delicado que tendrá que ir asumiendo poco a poco. Las estrellas oscarizadas, aunque tengan ayuda doméstica y familiar, también se deprimen. Por cierto, uno de lo pocos datos que se han filtrado del nasciturus es su altura. Se le escapó a un amigo: “Es muy largo. Ha medido 55 centímetros”.
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