Ana Belén: “Víctor Manuel no se va a presentar a la SGAE”

Fue una de aquellas niñas prodigio de la época del franquismo y se rebeló. Ana Belén encontró su propio camino y ha sabido mantenerse pasito a paso en esa senda que lleva a los artistas a seguir sacando discos, apareciendo en obras de teatro o haciendo papeles en películas. Estos días la cantante madrileña, poco dada a los actos públicos, a los saraos y a todo lo que tenga que ver con el faranduleo se dejaba ver en el hotel Ritz para recibir un premio por parte del Club de Medios.

Cuando nos acercamos a hablar con ella su eterna sonrisa sigue inalterable. Nos concede unos minutos. Un tiempo intenso, en el que se notan las tablas. Siempre ha sido una mujer clara en sus postulados y en sus comentarios. Ahora no va a ser menos, por eso, aunque la primera pregunta, referente a los rumores que sitúan a su marido, el también cantante Víctor Manuel, entre los candidatos a la presidencia de la SGAE, sale disparada a bocajarro, Ana Belén acentúa su sonrisa, sabedora del encanto que posee, y responde tranquila: “No me concierne a mí y no soy yo quien debería estar contestándote a esto, pero no, no es cierto”.

Y sabe de lo que habla, puesto que comparte su vida con el asturiano desde hace más de tres décadas. En realidad, llevan tantos años que ni ella misma sabe cuanto. “No me acuerdo de cuantos años llevamos juntos Víctor y yo” reconoce con naturalidad. “No lo recuerdo porque no lo celebro nunca y se me pasa. No hago ni el recuento. Tendría que pararme a pensarlo. Y Víctor tampoco. No nos acordamos nunca”.

Tantos años de matrimonio han de tener algún secreto, cuando les preguntamos por el suyo, afirma que no lo hay, pero que cree “que no puedes estar compartiendo tu vida con una persona a la que no quieres, o de la que no estés enamorada de todo, de lo que hace, de cómo es, de su trabajo… una persona que te de aire y te deje libertad para que tú seas una persona independiente. Porque yo creo que la relación se basa en eso, en que cada uno le de aire al otro”.

En su caso ha sido así a juzgar de cómo ha funcionado su matrimonio. De esa unión han nacido dos hijos que, como los padres, han decido dedicarse al espectáculo, algo que a ella, particularmente no le sorprendió. “Era lógico que lo hicieran. Si estaban a nuestro lado, habían visto lo bien que lo pasamos en esta profesión, lo normal era que quisieran dedicarse a esta profesión”.

Pese a la profesión de los cuatro –su hija, Marina San José es actriz y su hijo, David, está dedicado a la música- la familia ha conseguido mantenerse todos estos años alejada de la prensa. Por eso Ana Belén reconoce que en ese aspecto, ella no tiene ninguna queja. Eso sí, asegura que “es una responsabilidad mutua. Depende de cómo te manejes, es más no jugar, vamos, no hacer jugarretas” explica.

Su franqueza también es un punto a su favor, porque, afirma: “Si dices una cosa, pues es así, y mantenerla. Si no has vendido ningún reportaje, si no has mercadeado…” dice para añadir: “No lo critico, yo hablo sólo de mi vida, de lo que he querido que mi vida fuera. No estoy hablando de la gente que ha vendido un reportaje, ni porqué lo hacen, porque cada uno… hay que relajarse y dejar que cada uno haga lo que quiera con su vida, Y yo he querido hacer esto, punto”.

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