La misteriosa dieta de los Bono

Le han cogido el gustillo en la familia del presidente del Congreso de los Diputados a cambiar de look asiduamente. El propio José Bono es el primero que se apunta lo mismo a un injerto capilar para inaugurar el curso político que a una dieta, como las que sigue el ministro José Blanco baja en hidratos de carbono, para ir despidiendo la legislatura.

El hombre de confianza de Zapatero cada vez está mal delgado, lo que demuestra que está mucho más preocupado por su apariencia de lo habitual. Dicen que su ruptura sentimental de Ana Rodríguez es una de las principales razones por las que ha perdido peso y la cuestión principal por la que se acicala tanto últimamente. Además, ahora es un hombre soltero y, por lo tanto, candidatas no le faltan. Su hija Amelia Bono, al parecer, también sigue la misma política familiar, porque, de un tiempo a esta parte, está más esbelta y estilizada. Y eso que no ha pasado por la Buchinger. Pero, ¿cuál es la misteriosa dieta de los Bono?

Durante la inauguración del museo de Raphael en Linares, el presidente del Congreso, a quien el cantante llama cariñosamente consuegro ‘con suerte’, acudió para apoyarle; en cambio, el comentario general se articuló en torno a su delgadez, que nadie osó en calificar de extrema, como le ocurre día sí, día también a la princesa Letizia. “¿Qué comerá Bono? ¡Qué estupendo está. Estupendérrimo!”, decían algunas de las asistentes.

Por su parte, su hija Amelia ha logrado recuperarse del parto de su segundo hijo, que se llama Manuel como el padre, en un tiempo récord. Pero no crean que debido a un estricto régimen: bebe cerveza y no le pone pegas a las alitas de pollo fritas o a las nachos mexicanos con su guacamole, su queso y sus condimentos habituales. Al parecer su secreto de belleza reside en trabajar mucho en la tienda Tous de su madre y cuidar de sus hijos, que no es poco. Además, su evidente pérdida de peso podría deberse a que la familia entera acaba de pasar por una gastroenteritis en cadena que por poco les deja en los huesos.

Con un estilo muy rockero y juvenil, la hija de José Bono y Ana Rodríguez acudió como una fan más al concierto que ofreció su marido anoche en el Hard Rock de la Castellana junto a otros grupos para recaudar fondos para Japón. Amelia no puso impedimentos en cenar de pie en la barra, pese que resultaba un tanto incómodo. Todo por ver a su marido, con quien siempre enloquece desde el primer momento que se sube al escenario. Anoche no saltó ni dio brincos en exceso, porque hoy por la mañana los niños no iban a perdonar sus excesos nocturnos. Y como siempre ha sido una chica responsable y muy sensata, pues no tardó mucho en recogerse.

Manuel Martos ha logrado superar la etapa en la que algunos sectores de la profesión le calificaban de ‘hijo de’ y ahora parece que su carrera musical con el grupo Mota va alzando el vuelo. “Mi familia son mis mayores seguidores. Mi padre, mi madre… y también mi suegro, que aunque lo que hacemos es más rockerillo y a él le van más otros estilos, tiene todos nuestros discos”, dijo Manuel en conversación con Vanitatis. Porque bailar, mover la tibia y el peroné, aunque no tenga prescripción médica, es el mejor antídoto para combatir el paso del tiempo y la ley de la gravedad. Se sea político, hijo de famoso o tendero.

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