Hugh Grant se venga de la prensa y de las escuchas ilegales a famosos

Dicen que la venganza se sirve en plato frío. Y eso es exactamente lo que ha hecho Hugh Grant. El actor inglés ha publicado esta semana en la edición digital de la revista New Stateman un amplio reportaje que reabre la polémica sobre las escuchas ilegales que están preocupando desde hace meses al actual Primer Ministro, David Cameron.

Grant, cuenta cómo, a través de un micrófono oculto, logró que un experiodista le confesara que varios diarios británicos habían intervenido los teléfonos de personajes públicos del Reino Unido, incluidos varios Primeros Ministros, y “empezando por Thatcher en los setenta”.

Se trata de Paul McMullan, un exreportero del tabloide News of the World, apartado del periodismo precisamente por malas prácticas relacionadas con escuchas ilegales. McMullan revela, entre otros asuntos, que Andrew Coulson, exdirector del periódico y hasta hace poco director de comunicacción de David Cameron, ordenaba las escuchas ilegales, aunque exculpa a Rupert Murdoch, propietario del diario.

En un momento de la conversación, el experiodista pregunta a Grant si no estará grabando. Grant contesta con voz aguda “¡No!”.

La venganza de Grant

Todo se remonta al accidente de coche que el actor tuvo en Kent, Reino Unido. Su coche le dejó tirado en medio del campo y coincidió que pasó un conductor que le indicó que le llevaría a su destino a cambio de hacerse fotos con él: era McMullan. Al ver que no tenía elección, Grant aceptó el trato. Pero había trampa. 

Pese a que había prometido que las instantáneas de los dos se expondrían solo en su bar, al siguiente fin de semana apareció a toda página en la publicación Mail of Sunday. 

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