El triángulo 'amoroso' de Cristina Pedroche

A Cristina Pedroche debe de gustarle mucho el rico refranero español. De otra forma no se entiende el comportamiento de la reportera del extinto SLQH durante la última semana. A juzgar por los momentos que protagonizó, aquello de Donde hubo fuego, quedan cenizas ha quedado marcado a fuego en el imaginario de la madrileña.

Y es que la Fiesta de Verano de Kenzo, celebrada esta misma semana, era el lugar ideal para que la temperatura subiera un par de grados, sobre todo para ciertos asistentes. Y eso que la noche comenzó fría como un témpano para Pedroche, quien llegó más tarde que pronto al evento. Allí se reencontró con uno de sus ex más mediáticos: el jugador del Getafe Miguel Torres, al que se había relacionado previamente con la modelo Ariadne Artiles; la presentadora Mónica Hoyos; la ex de Cristiano Ronaldo, Marisa Gómez Sandoval; e, incluso, la jefa de Cristina Pedroche en SLQH: Patricia Conde.

Según ha podido saber Vanitatis, la pareja debía de tener asuntillos pendientes que resolver, pues a la madrileña no se la veía muy contenta. Más bien todo lo contrario. La conversación comenzó más bien torcida, pero el deportista se empeñaba en todo momento en mostrarse conciliador, hasta el punto de que en algún momento llegó a coger la mano a la reportera en un intento por ¿reconciliarse, tal vez?

Pero Cristina Pedroche no estaba por la labor y, después de que el diálogo tomara derroteros más tranquilos, e incluso agradables -confidencias incluidas-, con el que fuera su chico hace poco más de un año, marchó en busca del tercer vértice del triángulo amoroso. Se ve que la madrileña tenía en mente aquello de La mancha de mora con otra verde se quita.

Y como, visto lo visto, el reciclaje entre compañeras de programa está a la orden del día, Pedroche aprovechó la velada para acercar posiciones con Adrián Lastra, el actor con el que recientemente se ha relacionado a otra reportera de laSexta, Paula Prendes, sobre todo a raíz de la inesperada visita, hace apenas un mes, de ésta al rodaje de la película Fuga de cerebros 2, cuyas imágenes fueron captadas por los fotógrafos.

En este caso las risas, confidencias y, en definitiva, el tonteo entre ambos fue mucho más evidente que con la anterior compañía de Pedroche. La cosa prometía y, sin embargo, quedó en agua de borrajas. La madrileña ya había decidido que lo mejor era que cada uno tomara su camino. El de la reportera, por lo pronto, está al otro lado del charco. Tal y como ha anunciado en su cuenta personal de Twitter, pasará el mes de julio en Los Ángeles estudiando inglés.

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