Carolina Cerezuela, afortunada en el juego y en el amor

“¡He ganado, cariño! ¡He ganado!”. Carolina Cerezuela no podía creer que hubiese vencido a algunos de los profesionales de póker más reconocidos del panorama.

La actriz y su marido, Carlos Moyá, acudieron a inaugurar una nueva sala en el centro de juegos CANOE en Madrid donde, además de presentar las nuevas instalaciones, quisieron retar a reputados jugadores de este conocido juego de cartas.

Aunque la suerte en el juego demostrada por Cerezuela solo duró la primera ronda, ya que cayó en el resto de partidas, la presentadora sacó a relucir el gran momento que atraviesa su vida personal.

Para la actriz, el exjugador de tenis es su amigo, su pareja, su confidente, su amante y su cómplice. “No hay una fórmula en el amor. Lo es o no lo es. Y si lo encuentras con la persona con la que estás, como debería ser, pues fenomenal. No es algo que puedas inventar”, apuntó la intérprete a Vanitatis. “El secreto de tanta complicidad es el amor”.

Tanto es así que aunque pasan las 24 horas del día juntos, la pareja no llega a sentirse agobiada. “La filosofía que nosotros tenemos en casa no es tú bañas a la niña y mañana la baño yo, sino que lo hacemos entre los dos. Carla tiene nuestro horario. Si hay que llevarla al pediatra, pues también vamos juntos”, afirmó haciendo hincapié en que esta elección de vida les hace muy felices.

El deseo de ampliar la familia

Por supuesto que tanto Moyá como Cerezuela estarían encantados de poder ampliar la familia algún día. Carla, que nació en agosto del año pasado, es un bebé tan bueno que no les ha dado ninguna complicación ni problema en estos meses. Quizá por eso, Cerezuela no duda en manifestar que le gustaría que su hija tuviese un hermanito.

“¿Cuando? No lo sé”, cuenta la intérprete. “Son cosas que van surgiendo sobre la marcha”.

Tampoco se puede quejar en el ámbito profesional. Además de ser habitual imagen publicitaria, Cerezuela es uno de los fichajes estrella del programa Tu cara me suena de Antena 3, donde, según destaca, se siente como pez en el agua: “Me lo estoy pasando fenomenal. Tengo unos compañeros de jurado que son una locura, excepcionales. Y los concursantes están muy involucrados y decididos. Son grandes profesionales”. No hay duda, la vida de Carolina Cerezuela le sonríe.

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