'El Duque' cabrea a los fotógrafos en Sitges

El paso de Miguel Ángel Silvestre por el Festival de Cine de Sitges no ha dejado indiferente a nadie. Su perfecta sonrisa durante la presentación de su última película, contrastó con sus formas de divo fuera del photocall.

Sin la compañía de su chica, Blanca Suárez, Silvestre presentó el film Verbo bajo la atenta mirada de sus fans. Firmó autógrafos, fue aclamado por sus seguidoras y pisó la alfombra roja. La cara amable del castellonense cautivó a muchos, menos a la prensa rosa. Hubo mosqueo general con la actitud del actor.

En compañía de sus padres, ‘El Duque’ se mostró tenso. Con un equipo de seguridad parecido al de una gran estrella, evitó ser fotografiado en actitudes de lo más normales. Por ejemplo, cuando bebía un botellín de agua se giraba para que no se inmortalizara el momento.

Ante los flashes de los paparazzi, bajaba la cabeza, siempre seguido por sus escoltas. Incluso evitó ser inmortalizado con sus progenitores, que en alguna ocasión salieron corriendo para no ser captados.

Silvestre no quiere ni oír hablar de la prensa del corazón ni quiere tampoco que se le pregunte por su vida íntima. El problema es que sus maneras incomodan a los gráficos, que solo desean captar imágenes del actor fuera de la pose comercial.

Por el corazón de Silvestre han pasado varias mujeres, como Belén López, o su más reciente conquista, Blanca Suárez. Esta última no tiene tanto reparo para contestar a su manera sobre la relación que le une a ‘El Duque’ y comportarse de manera algo más natural ante los fotógrafos.