Kate Fretti, la joven que llora la pérdida de Simoncelli

Este martes, los restos mortales de Marco Simoncelli llegaban al aeropuerto romano de Fiumicino para posteriormente poner rumbo a Coriano, la ciudad de éste, donde un día después se instalará la capilla ardiente y el jueves tendrá lugar el funeral. Con ellos viajaba una joven, de 22 años y rasgos exóticos, que desde el momento en el que conoció el fallecimiento del piloto había dejado que el estado de shock la embargara al mismo tiempo que lo hacía el escepticismo y la pena desgarradora por la pérdida de su novio.

Kate Fretti, de madre filipina y padre italiano, conoció al que durante cinco años había sido su pareja en Riccione (Rimini), cuando Simoncelli aún no formaba parte de las categorías superiores de motociclismo, ni siquiera era un piloto de élite. En aquel momento, ella vivía en Bagnatica, provincia de Bérgamo, por lo que los primeros años tuvieron que conformarse con una relación a distancia.

Hace unos meses, decidieron que era el momento de compartir techo, así que se fueron a vivir juntos a la tierra del piloto: Coriano. Allí, Fretti, que anteriormente había trabajado en un estudio de Bérgamo, había comenzado a gestionar la página web de su chico, que se estrenaba, ironías del destino, con la noticia de la muerte de Supersic.

Poco antes de esa fatídica carrera, Kate Fretti había viajado hasta Filipinas para visitar a su familia. Su madre, Girlie Magbitang, y su padre, un vigilante de seguridad llamado Maurizio Fretti, coinciden en que, hasta el momento, su hija era muy sencilla y extremadamente extrovertida, un rasgo este último que tardará en manifestar de nuevo.

Por lo pronto, la novia de Simoncelli ha querido homenajear a su chico a través de la web, que desde la muerte del piloto se ha convertido en una plataforma para que los seguidores dejen sus mensajes de condolencias, y lo ha hecho con una frase con la que quiere que se recuerde a su chico: Marco habría dicho 'diablos, chicos, pero cuántos sois'.

Las 'sufridas' parejas de los pilotos

La tragedia que este fin de semana se cobraba la vida de un joven de 24 años ha puesto de manifiesto, una vez más, el peligro al que en cada carrera han de hacer frente los pilotos cada vez que se colocan sobre una moto y del sufrimiento de las parejas de estos, que ven con impotencia desde el paddock cómo arriesgan su vida con cada vuelta, algo similar a lo que sienten las mujeres de los toreros en la plaza.

La mujer del piloto australiano Casey Stoner es un claro ejemplo. Adriana Tuchyna, con la que se casó en la ciudad australiana de Adelaida en 2007 después de cuatro años de noviazgo, está embarazada de cinco meses y, pese a ello, intenta acompañarlo en cada una de las carreras, no sólo para apoyarle en calidad de esposa, sino como una fan más. De hecho, la pareja se conoció en 2003 cuando ella le pidió que le firmara un autógrafo en la tripa.

La pareja del español Dani Pedrosa, por su parte, siempre ha mantenido un perfil bajo en términos mediáticos. Ivette, una joven catalana de la misma edad que el piloto, de buena familia y estudiante de Administración y Dirección de Empresas, ha procurado pemanecer alejada de los medios de comunicación y mantener, con su pareja, una relación muy discreta, que únicamente ha trascendido en las carreras y en las vacaciones que han compartido juntos.

El currículum sentimental de Il Dottore está algo alejado del de sus tres compañeros. A Valentino Rossi, de 32 años, se le ha relacionado con actrices (Martina Stella) y bailarinas (Florinda Giane), aunque él sólo ha confirmado dos noviazgos: uno con Arianna Matteuzi y otro con Marwa Klevi, con la que lleva dos años de relación y con la que, según varios medios italianos, estaría esperando su primer hijo. La última imagen de ambos es de hace poco más de un mes, cuando acudieron juntos a un parque temático de la localidad italiana de Riccione.

A Jorge Lorenzo le sucede algo similiar a lo de su principal rival. Al español se le ha relacionado con Noemí Perea, una joven morena más conocida por aprovechar su relación para posar en la revista Interviú y por haberse sometido a una intervención estética de aumento de pechos.

La última relación que se atribuye al mallorquín es con una presentadora de la televisión italiana y modelo de origen checo, Francesca Lukasik, con la que estuvo el pasado año.