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Ostras y champagne para Zidane y su mujer
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Ostras y champagne para Zidane y su mujer

Andaban Rubalcaba y Rajoy a la gresca ante la impasividad de Campo Vidal, mientras que en el exclusivo Hotel Santo Mauro de la capital tenía lugar

Andaban Rubalcaba y Rajoy a la gresca ante la impasividad de Campo Vidal, mientras que en el exclusivo Hotel Santo Mauro de la capital tenía lugar una de esas noches con charme, glamour y mucho pijo grand class. O sea, que la casa francesa G.H.Mumm inauguraba un Oyster Bar en Madrid y allí que se plantaron famosos, algunos empresarios y demás enamorados del champagne galo, que para tan magna ocasión se servía con ostras.

Grandes y muy sabrosas, como a Fernando VII: así se las pusieron a Zinedine Zidane y a su mujer Verónica, que decidieron abandonar anoche su ostracismo mediático. ¡Todo por las ostras! La pareja coincidió en espacio, aunque no en tiempo, con Carmen Lomana, que tuvo que marcharse pronto del fiestorro por culpa del dichoso debate. Ella es como un oráculo en este tipo de temas.

Beatriz de Orleans es francesa por los cuatros costaos y tampoco faltó. Se puso sus mejores diores, se colocó su Legión de Honor y sencillamente se divirtió en buena compañía. Como la de Lola Alcaraz, jefa de protocolo de la embajada de Francia en España, o Ana Marchesi, cabeza visible de Casi Arte Comunicación, que tiene en nómina a Inés Domecq, casada con un nieto de la duquesa de Alba. Alejandra Rojas, hija de la condesa de Montarco, hizo lo mismo con Vega Royo-Villanova, amiguísima de la futura esposa de Aznar Junior. Por cierto, la ex de Luis Medina ha conseguido la estabilidad al lado del inglés George Scott, con el que lleva casi dos años saliendo, aunque, de momento, no piensa ni en casarse ni en tener hijos.

Los Goyanes- Lapique también disfrutaron de lo lindo. Solo faltaba Carla, que reside en Miami con su marido, el financiero Jorge Benguría. Caritina, la hija mayor del clan, habló de su intención de perder unos diez kilos más, de convertirse muy pronto en tía y adelantó a Vanitatis que en enero saldrá a la venta un libro sobre cocina que pretende convertirse en todo un best-seller, en todo un éxito. Precisamente como el que ya está cosechando Mercedes Peralta con su negocio de interiorismo.

Junto a su socia Mercedes Valdenebro, la hija del rejoneador Rafael Peralta y Mamer Revuelta, que se casó hace unos meses con el hijo de Pilar Lladó, se encarga actualmente de la decoración de la cadena de hoteles Oikos, así como de kviar.es, una web con una selección de los mejores restaurantes de la capital. Trabajan con arte contemporáneo y son unas auténticas hachas en la disciplina. Su hermana Lola, publicista de profesión, tampoco se quiso perder la velada, al igual que los diseñadores Roberto Torretta, fielmente escudado por su hijo Carlos, Marco Severini, marido de Nieves Álvarez, o Miguel Palacio.

Del mundo de la empresa destacó la asistencia de Philippe Guillaumet; la familia López Granados; los Santos, que gestionan la conocida cadena de hoteles del mismo nombre; o Beatriz Nicolás, de Yube. Mercedes Domecq, directora de comunicación de Inditex, Alfredo Timermans y Pilar García de la Granja, Carmen Valiño, Carlos Marina, Gonzalo Miró, Sergi Arola, Juncal Rivero, Mª Ángeles Sanz, Mónica de Tomás, Juan Peña, Claudia Ortiz, María Sanjuán, Adriana Domínguez y José María García-Agulló también brillaron con luz propia en una noche en la que mientras algunos preferían ver ejercer la oratoria griega a los candidatos a la presidencia del Gobierno, otros se ponían finos con champagne del bueno y unas ostras como manda el mundo de la high life.

Andaban Rubalcaba y Rajoy a la gresca ante la impasividad de Campo Vidal, mientras que en el exclusivo Hotel Santo Mauro de la capital tenía lugar una de esas noches con charme, glamour y mucho pijo grand class. O sea, que la casa francesa G.H.Mumm inauguraba un Oyster Bar en Madrid y allí que se plantaron famosos, algunos empresarios y demás enamorados del champagne galo, que para tan magna ocasión se servía con ostras.