Palomo Linares: "Van a ser unas Navidades difíciles"

El año que está a punto de acabar no ha sido uno de los mejores en la vida de Sebastián Palomo Linares. La separación matrimonial de Marina Danko, después de mas de tres décadas compartiendo proyecto de vida, y el posterior infarto que, como él mismo confirmó a Vanitatis, "me hizo estar a punto de no contarlo", han sido dos motivos importantes para que 2010 haya sido un año terrible. Y todo eso sumado a los desencuentros con su hijo mayor, que tomó partido por la madre, quizá, sin tener todos los datos para ser objetivo.

Palomo Linares no ha querido involucrarlos y se ha mantenido callado y sin responder a ciertas declaraciones de su exmujer como la frase en la que afirmaba: "Le pido a Dios que le perdone". El torero continúa con su vida cotidiana en su casa de campo y, a pesar de que estas fechas son nostálgicas, tiene muy claro que hay que mirar al frente.

“Mi línea de actuación en la vida siempre ha sido la misma y quiero seguir así. Es cierto que estas Navidades van a ser muy difíciles, pero tengo la inmensa suerte de contar con el apoyo de mi familia y de mis amigos. Las pasare aquí en casa, como siempre. Pintando y dedicándome a mis cosas", explicaba a Vanitatis el día que presentó en su finca su nueva faceta artística como escultor.

Palomo Linares reunió a un grupo de amigos para celebrar estas fechas navideñas y, de paso, enseñarles su nueva obra, un conjunto de esculturas de hierro que, por ahora, decoran su jardín y unas mesas de gran tamaño con base de forja y la parte superior decorada con su pintura de las que ya tiene varios encargos. Tras el paseo nocturno para ver la obra, los invitados pasaron a uno de los salones de la casa, presidido por un inmenso árbol de navidad decorado por el torero con la ayuda de su nuera Marta.

El exmatador de toros quiere seguir manteniendo el espíritu navideño de todos los años “y lo que tenga que llegar llegará”, afirmaba mientras sus amigos incondicionales le siguen arropando. Entre ellos la familia Tablada, Marilí Coll, Charo Vega con su hija Triana y la tía Charo, Dámaso González y Feli Taruella, los consuegros que le apoyan incondicionalmente. Un dúo musical interpretó boleros y villancicos para alegrar una noche que para Palomo Linares puede ser el principio de una nueva vida.