Lydia Bosch, socorrida por los empleados de su supermercado

El día previo a tener que abandonar la casa en la que vivía con sus hijos para dejársela a su ex Alberto Martín, Lydia aprovechó para comprar alimentos con los que preparar la que sería su última cena en casa con sus pequeños.

Lydia se mostró bastante nerviosa y esquiva con la prensa, tanto que al notar la presencia de los medios en la puerta del supermercado, pidió ayuda a los miembros de seguridad del establecimiento para que la ayudasen a salir de allí sin ser fotografiada. El personal de la tienda la acompañó hasta una salida que da a un callejón en donde ellos tiran la basura.

Mientras, otro empleado llevó el coche de la artista hasta el lugar para que ella se montase en el vehículo y así evitar las preguntas de la prensa. Otra persona le llevó la compra hasta el maletero del coche. Lydia debe ser una excelente clienta, pues hubo un gran despliegue de personal a su servicio y todo por querer evitar a los medios.

La actriz tendrá que pasar seis meses fuera de su casa de Pozuleo tras recibir la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid,según la cual, la propiedad debe ser compartida al cincuenta por ciento por esta y el arquitecto.

Para no estar muy lejos de los pequeños Lydia ha decidido marcharse a vivir a otro chalé cerca de la que ha sido su casa y allí residirá con su hija mayor, Andrea, fruto de su relación con el actor Micky Molina. Cada 15 días sus mellizos acudirán a vivir con ella, ya que así lo estipuló la sentencia.

Parece que el hacha de guerra no se ha enterrado, pese a que hay una sentencia firme y todo parecía claro entre ellos, pero Lydia no está dispuesta a ponerle las cosas fáciles al que fuera su marido.