Jaime de Marichalar intenta demostrar en los juzgados que nunca ha consumido drogas

A las doce menos cuarto de la mañana de este viernes, Jaime de Marichalar entraba en la sala 13 de lo Penal, situada en la calle Julián Camarillo 11 de Madrid. El exmarido de la infanta se enfrentaba en un juicio a la revista Época, que aseguró en 2008 que el ex duque había consumido cocaína de forma ocasional. Llegó a los juzgados unas dos horas antes, a las 9:45 h. de la mañana, pero durante ese tiempo había permanecido en una sala anexa a la espera de ser llamado por la jueza.

Veinte minutos antes de la comparecencia del exduque de Lugo ante el tribunal, hacía lo propio el doctor Valentín Fuster, propuesto por la defensa con objeto de demostrar que Jaime de Marichalar nunca ha consumido drogas. La declaración del médico ha durado unos 15 minutos, en los que ha expuesto los detalles de los análisis clínicos que la defensa ha presentado como prueba.

A su llegada a los juzgados, Marichalar se mostró tranquilo pero no quiso responder a los escasos periodistas que acudieron a las puertas de los juzgados. Vestido con traje azul, el exmarido de la infanta ha querido defender su honor, al que ha puesto un precio de un millón de euros.

Marichalar se ve las caras contra los acusados después de dos aplazamientos del juicio. El primero tuvo lugar en febrero, cuando Cristina Peña, abogada de la defensa, pedía un aplazamiento después de certificar un cuadro de neumonía. La segunda cancelación del juicio tuvo lugar a causa de la enfermedad del letrado de los dos demandados, Carlos Dávila, ex director de la publicación, y María Eugenia Hernández, redactora del artículo.

Marichalar no ha querido que ni la prensa ni el público ajeno permaneza en la sala de vistas. Por lo tanto, el juicio se ha celebrado a puerta cerrada tal y como pidió expresamente el propio ex duque de Lugo a la jueza.