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Mónica Naranjo: "Pasárselo bien en el Orgullo Gay no está reñido con el respeto"
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Mónica Naranjo: "Pasárselo bien en el Orgullo Gay no está reñido con el respeto"

Si la palabra diva tuviese una foto adjunta en el diccionario, no cabe duda de que la entrada iría acompañada de Mónica Naranjo. Muertos ciertos iconos, 

Foto: Mónica Naranjo: "Pasárselo bien en el Orgullo Gay no está reñido con el respeto"
Mónica Naranjo: "Pasárselo bien en el Orgullo Gay no está reñido con el respeto"

Si la palabra diva tuviese una foto adjunta en el diccionario, no cabe duda de que la entrada iría acompañada de Mónica Naranjo. Muertos ciertos iconos,  ella es la única, con su espectacular grandilocuencia, capaz de hacer justicia a ese calificativo. Y a ese calificativo habría que añadir la coletilla de ‘gay’.

Si hay un personaje que emocione y empatice con los homosexuales españoles ese es el de Mónica Naranjo. Aunque ella coloca ese término donde tiene que colocarlo: “En casa no conozco a la diva. En casa soy una ama de casa. Si tuviera que llevar a mi casa el personaje de diva, mi hijo se volvería loco”.

Sin embargo, los gais la consideran su gran musa. “Me siento halagada por tener un público con una sensibilidad extrema”. El público gay no solo la considera su heroína teniendo en cuenta su música, sino también su compromiso. Se saben de ‘p’ a ‘pa’ lo mucho que ha hecho ella por el colectivo: “He hecho poco en comparación con lo que ha hecho el público. Los verdaderos héroes siempre son desconocidos”.

Para ella, ser gay no se limita a desfilar o a bailar sus canciones. “Ha habido personas mayores que han sufrido y han peleado sus derechos para que los adolescentes de hoy estén bien.”.  De hecho, su responsabilidad y perfeccionismo con respecto a lo que cree es tan grande que se ha ganado un calificativo por parte de su marido: “Mi marido me llama ‘Doña Angustias’.

¿Y qué opina respecto al desfile que cada año congrega a miles de personas en Madrid? Su respuesta es una mezcla de alegría por la reivindicación pero con algunos límites: “Me parece una gran celebración. También creo que no podemos reivindicar respeto cuando ciertas cabalgatas, no todas, dañan más que benefician. Si en un pueblo perdido hay alguna familia con un hijo homosexual que ve algunas cosas nos imaginarán como unos animales y unos viciosos. Pasárselo bien no está reñido con el respeto”.

Nuevos proyectos 

A la espera de que se materialice ‘Lubna’, una ópera rock, Mónica apuesta por un formato en desuso, el ‘single’. Un retorno al pasado para explicar las necesidades del presente: “La música ha evolucionado. No hace falta editar un disco entero. Tendríamos que volver a los ‘singles’ porque la gente así no tiene que esperar dos años a escuchar algo nuevo.” Y así es como ha lanzado ‘Make You Rock’.

La diva también ha impulsado un nuevo portal llamado ‘Community Beat’ dedicado a que los más jóvenes tengan la oportunidad de dar a conocer sus trabajos.

Además, ha ‘prestado’ parte de su misticismo a las apariciones televisivas, poco habituales en artistas que, como ella, guardan el misterio de un personaje casi sobrehumano. “Hace años era reacia a trabajar en televisión. Soy de la generación del ‘Un, dos, tres’. Me gustan los programas familiares. Si voy a trabajar en televisión, prefiero que sea una televisión que una a toda la familia”.

Y como ella misma asegura, su romance con la televisión “va viento en popa”. Eso  explica sus apariciones como jurado en ‘El número 1’ y en ‘Tu cara me suena’. “La gente no imagina lo muchísimo que nos reíamos en los pasillos mientras grabábamos ese programa”. Un programa que, por cierto, vuelve en septiembre.

Sea como sea, Mónica Naranjo es la diva gay ‘made in Spain’, aunque esa diva, en el fondo y como ella dice, no sea más que un personaje.

Si la palabra diva tuviese una foto adjunta en el diccionario, no cabe duda de que la entrada iría acompañada de Mónica Naranjo. Muertos ciertos iconos,  ella es la única, con su espectacular grandilocuencia, capaz de hacer justicia a ese calificativo. Y a ese calificativo habría que añadir la coletilla de ‘gay’.