La guerra entre Carmen Lomana y 'Sálvame' salpica los saraos marbellíes

Los aristócratas volvieron a mostrar un año más en Marbella su lado más solidario. La Asociación Concordia Antisida, que preside la princesa María Luisa de Prusia, prima de la Reina Sofía, celebró este sábado por la noche su gran cena en el hotel Marbella Club. Una de las pocas galas que se salvan de la quema de la crisis y que sirvió de escenario para mostrar la guerra que siguen manteniendo Sálvame y Carmen Lomana, después de que la empresaria ganase una demanda al programa de Telecinco. 

La noche de concordia tuvo su revulsivo cuando de repente aparecieron por el arco ojival del Marbella Club Mila Ximénez y Kiko Hernández, colaboradores del programa Sálvame, lo que provocó numerosos cuchicheos entre los presentes. “¿Quién les ha invitado?”, se escuchó en la fiesta. La pareja televisiva estaba invitada en una de las mesas por una amiga de Mila, pero su presencia provocó la ausencia de una de las figuras asiduas a esta cena: Carmen Lomana.

La empresaria dejó pagado su cubierto, pero no apareció.  Alegó a la organización que le había surgido un viaje a Venecia de última hora, aunque Mila no se lo creyó. “Me da mucha pena que ella no haya podido estrenar aquí su precioso vestido de gala pero así es la vida”, comentó la tertuliana a Vanitatis .

Todo por la batalla judicial que las dos féminas mantienen. Mila recurrirá al Tribunal Supremo ya que el Juzgado de Primera Instancia número 64 de Madrid ha decidido condenarla a ella, a Belén Esteban y a Kiko Matamoros a pagar 120.000 euros. El juez ha considerado en su providencia que las manifestaciones de los colaboradores de Sálvame no son otra cosa que “graves atentados al honor y a la imagen de Carmen Lomana”.

A última hora y para poner el contrapunto de glamour apareció el “Bello Hubertus” de Hohenlohe con su esposa, ya que la noche pintaba en bastos. Ni Gunilla von Bismarck, ni la casa de Alba, ni Beatriz de Orleans aparecieron por la cena. Muchos se quejaban de la ausencia de los clásicos de Concordia. Menos mal que Rappel hizo lo que pudo y acudió.

300 euros por cubierto

La prima de la reina Sofía es un ejemplo de profesionalidad  a la hora de celebrar eventos solidarios. Este año el tema de su gala versó sobre Rusia y a pesar de los malos momentos que pasa el país logró vender 300 cubiertos a 300 euros el menú. Toda la recaudación se destinará a los proyectos que promueve esta asociación, con los enfermos del Sida.

La aristócrata estaba pletórica: “Un año más la gente nos ha respondido y eso que este año los patrocinadores apenas han existido excepto la Fundación Vittinghoff- Schell  que ha colaborado con nosotros”. Además, María Luisa de Prusia espera que un año de estos la Reina Sofía, su prima y madrina de su hija, acuda al evento: “Ella es la presidenta de esta asociación y siempre tiene muchos detalles con nosotros”, aseguró. También reconoce que su prima no pasa por su mejor momento “que la reina tiene los ojos tristes”. Pero que como todo en la vida es “karmico” y su “mirada se volverá a iluminar con el tiempo”.

A pesar de los pesares, los organizadores están contentos de la supervivencia de Concordia. La plaga de la crisis ha asolado todos los eventos solidarios y una de las últimas galas en caer ha sido todo un clásico del verano: la gala benéfica de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

Desde hace casi 30 años este evento reunía  a la  'jet set' marbellí para recaudar fondos destinados a la investigación. Sin embargo, este año han cerrado el cartel por falta de asistentes.

La velada que se suspende por primera vez en su historia, debía celebrarse el próximo 4 de agosto, el mismo día que se espera la aparición de Antonio Banderas con su querida Melanie en su encuentro solidario del verano.