Penélope Cruz y Elena Anaya toman partido en la 'guerra de Kuranda'

Penélope Cruz se ha enfrentado durante las últimas semanas a una de las decisiones más difíciles de su vida profesional: debía tomar partido por la mujer que la descubrió cuando era una adolescente de catorce años, Katrina Bayonas, o por su representante durante la última década, Antonio Rubial. Ambos están enfrentados. Ella es la dueña y fundadora de la empresa de representación Kuranda y él era, hasta hace solo unas semanas, su mano derecha en dicha agencia. Rubial ha creado ahora su propio negocio y ha lanzado un órdago a los famosos representados por Kuranda: debían decidir quién les movía la agenda a partir de ahora.

Aunque Rubial ha conseguido arrebatar a Bayonas algunas piezas importantes, las decisivas eran Elena Anaya y, sobre todo, Penélope Cruz. Una tesitura que ha puesto contra la espada y la pared a la actriz de Alcobendas, que ha decidido finalmente quedarse en Kuranda y decirle que no a Rubial, su amigo, además de ángel custodio, presente en todos sus triunfos; también en los Oscar.

A su vez, Vanitatis ha podido saber que Elena Anaya, de la que Rubial se ha ocupado especialmente durante esta última época de éxitos y reconocimientos tras su participación en La piel que habito de Almodóvar, también ha rechazado su oferta. Una decisión que ha tranquilizado por completo a Bayonas, “muy nerviosa estos días” por el daño que fuera capaz de hacerle Rubial, tal y como apuntan trabajadores de Kuranda.

Al final, Rubial no ha podido hacerse con dos de los tesoros más preciados de esta agente inglesa afincada en España con fama de dura, que se ha ganado a pulso el título de “coleccionista de estrellas”. Ni Anaya ni Cruz han decidido acompañar a su amigo en su nueva etapa en el show business. En cambio, Rubial sí que ha podido arañar de la extensa cartera de contactos de Bayonas algunos nombres. David Janer, Clara Lago, Quim Gutiérrez, Irene Visedo o el modelo Andrés Velencoso han decidido embarcarse en el nuevo proyecto del que fuera mano derecha de Bayonas.

Los que han dicho “sí” a Rubial

Lejos de hundirse por el “no” de dos de sus protegidas, Rubial sigue muy emocionado con el nuevo proyecto, que nació oficialmente el pasado 3 de septiembre. Por el momento, ya ha encontrado un nuevo espacio para su nueva oficina -nada que ver con el chalet de Arturo Soria de Bayonas-, en la calle Almirante, número 4, de Madrid. Y, lo más importante, ya tiene nuevo nombre: A6 Cinema, una empresa de “representación de actores y directores”, así como de “desarrollo de proyectos para cine, televisión y teatro”, tal y como reza la presentación del perfil de la nueva agencia en Twitter.

El leonés, de 38 años, ya ha comenzado a hacer promoción de su nueva empresa, tal y como pudieron comprobar los asistentes a la cena que la revista Vanity Fair organizó en honor del tenista Rafael Nadal el pasado lunes. Rubial se paseó por el cóctel previo con Antonio Velázquez, actor y pareja de Leyre Martínez, de La Oreja de Van Gogh, uno de sus primeros fichajes.

En cambio, en Kuranda hay un cierto miedo a hablar sobre las vicisitudes que ha suscitado la marcha de Rubial, que ha sido traumática y que ha estado acuciada por desavenencias de criterio más que las puramente económicas. Nadie dice nada al respecto. Y si lo hacen, se limitan a especificar que su marcha ha sido de “muy buen rollo”. Cuentan quienes trabajan con la inglesa que no le sentó nada bien la salida de Antonio, que todavía no lo ha encajado y que ha sido, en sus propias palabras, toda una “puñalada trapera”.

Ecos del pasado

Una experiencia que Bayonas no quería volver a experimentar tras la salida de Kuranda en 2001 de dos trabajadoras que montaron Mesala Films y le ‘arrebataron’ a Tristán Ulloa, uno de los actores a nivel nacional más relevantes hace diez años. Sus desavenencias con Alsira García Maroto, una conocida agente que le disputó a Natalia Verbeke, también son conocidas en el mundo del celuloide español.

¿Será de verdad ese buen rollo que existe (según las fuentes oficiales) entre Katrina Bayonas y Antonio Rubial? Sea como fuere, la escisión de Kuranda ya ha sacudido los cimientos de la industria de actores de nuestro país.