El embarazo de Marta Ortega, la comidilla en la hípica de Barcelona

Ni confirma ni desmiente. Tan solo sonríe. Y lo hace cuando algunas personas le felicitan. Marta Ortega aún no lo ha reconocido oficialmente, pero el embarazo de la heredera del imperio Inditex se convirtió en el chascarrillo de la segunda jornada del 101 CSIO Barcelona, competición hípica que se desarrolla este fin de semana en el Club de Polo de la Ciudad Condal. Todos allí lo daban por seguro. De hecho, fuentes de su familia han confirmado la noticia recientemente a El País.

La hija de Amancio Ortega, recientemente coronado como el tercer hombre más rico del mundo, con una fortuna de 38.000 millones de euros, acudió a las instalaciones para apoyar a su marido, el también jinete Sergio Álvarez, con quien se casó hace siete meses. Como viene ocurriendo esta temporada, la joven colgó su traje de amazona y no saltó, a diferencia de lo ocurrido en otras ediciones, lo que despierta aún más las sospechas de que espera un bebé. El año pasado sí participó y tuvo contrincantes de postín, como Cayetano Martínez de Irujo o Athina Onassis.

Marta sigue fiel a su discreción. Se quejó de que los paparazzi le estaban acosando e intentó pasar desapercibida. Eso sí, en todo momento fue consciente de que los objetivos le estaban vigilando, procuró taparse su incipiente tripita con una holgada camisa blanca y una especie de chaleco largo estilo militar.

Cuando se sentaba en una de las mesas que tenía reservadas frente a las pistas, se hacía patente que su figura está empezando a cambiar. Aunque los objetivos no lo terminaron de captar, por el ángulo en el que estaban tomadas algunas fotografías, en persona es perceptible que la anatomía de Marta ya ha empezado a cambiar.

Su última competición fue a mediados de julio en el CSI de Estoril (Portugal) y, desde entonces, no ha vuelto a participar en ningún concurso hípico. Se ha dedicado a pasear por las instalaciones y a aplaudir a su marido. Los rumores se dispararon cuando entre el 27-29 de julio no participó en la vigésimo cuarta edición del CSI Casas Novas, fundado por su riquísimo padre. Era la primera vez que ocurría. Y tampoco lo hizo poco después en el Concurso Internacional de Navas.

Algunas de las bromas cariñosas que circulaban en las terrazas en las que los espectadores de la jet se sentaban a tomar sándwiches y refrescos, hacían referencia al futuro nombre del bebé. “Se podría llamar Zara, si es niña, o Massimo, si es niño”, en honor a las conocidas tiendas del grupo Inditex.