Arturo Fernández, Carlos Larrañaga y Juan Luis Galiardo se repartían las novias

Al igual que Dorian Gray, Arturo Fernández ha hecho un pacto con el diablo. Nadie diría que tiene 83 primaveras, “es un error del calendario”, afirma entre risas dando rienda suelta a su coquetería de eterno galán. Un papel que, en la vida real, le llegó a enfrentar a otros guaperas de la época como los recientemente fallecidos Juan Luis Galiardo y Carlos Larrañaga.

Dicen que Carlos llegó a robarle una novia a Arturo y que su amistad quedó eclipsada. ¿Leyenda o realidad?. El actor asturiano nos cuenta en primicia su particular relación: “No había duelo de egos entre nosotros, ni envidias, ni antagonismos. Cada uno tenía su estilo, nos hemos llevado muy bien y nos hemos querido mucho”, afirma. Pero sin duda, siempre hay uno más jeta que otro, pero Arturo echa pelillos a la mar: “Lo que le pasaba a Carlos es que durante toda su vida fue siempre un gran inconsciente y, por ello, ha sido muy feliz”.

Y añade: “Teníamos en común que nos gustaban mucho las mujeres, pero no había peleas entre nosotros porque había para todos. Yo siempre le preguntaba, ‘A ver, ¿en qué barrio funcionas para no ir yo?’ y así no había líos. Eran sitios acotados”, y se desternilla de la risa. Se llevaban ocho años y juntos protagonizaron ‘A sangre fría’ (1959), en la que los dos emborracharon a la audiencia con su porte y prestancia. “No voy a decir que fui su protector, pero siempre me hacía mucho caso en todo lo que le decía. Cada vez que estrenaba una comedia me pedía un par de calcetines, era muy supersticioso”.

También recuerda con cariño a Juan Luis: “Era my guapo, muy europeo, pero también un loco, un apasionado y muy cariñoso. Recuerdo que cuando cumplí 80 años en El Marquina durante la representación de La Montaña rusa armó la gorda en el patio de butacas. Así era él. Se hacía notar. He sentido mucho su pérdida”.

Arturo acaba de estrenar en Barcelona Los hombres no mienten, una comedia en la que comparte escenario con Sonia Castelo y Carlos Manuel Díaz, ex marido de Karina y padre de su hija Azahara. Por cierto, el actor estudió en el Instituto de Teatro de Barcelona y, por primera vez en su carrera, estrena en la ciudad. “Estoy muy ilusionado, los sueños se cumplen. Nada más llegar me he hecho una foto ante la marquesina del teatro con los brazos abiertos”. Y nos dio una exclusiva: “Después de todo lo que ha sufrido, Karina, por fin, está grabando un disco”.

Arturo se toca continuamente la pierna, se nota que le duele, cojea cuando anda, se agarra en la barandilla cuando sube las escaleras, pero no se queja. Es el primero que acude a los ensayos y el último que se va concediendo entrevistas. Y es que hace casi un año le operaron de una hernia discal. “Cuando estoy en la calle voy con cuidado, pero en el escenario no me pasa nada. No cojeo, no me duele, ¿por qué? Porque el personaje no se ha operado”. Todo un señor dentro y fuera de la escena.