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El 'primo' de la reina Sofía ya tiene una estrella en el Bulevar de la Fama
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El 'primo' de la reina Sofía ya tiene una estrella en el Bulevar de la Fama

La labor desarrollada por Rudolf Graf Von Shönburg, 'el conde Rudi', primo político de la Reina Sofía, en pro del turismo en Marbella, tuvo ayer su

La labor desarrollada por Rudolf Graf Von Shönburg, 'el conde Rudi', primo político de la Reina Sofía, en pro del turismo en Marbella, tuvo ayer su reconocimiento. El regalo del pueblo marbellí se le otorgó coincidiendo con la fecha de su ochenta cumpleaños. La ciudad que él convirtió en su segunda patria, al lado de su esposa, la princesa María Luisa de Prusia, y sus hijos Sofía y Federico, le quiso obsequiar con la famosa estrella del Bulevar de la Fama. El CIT, Centro de Iniciativas Turísticas,  inmortalizó su nombre en Puerto Banús al lado del de numerosas celebrities.

“El conde Rudi” pertenece a la estirpe aristocrática germana que le dio nombre a Marbella. Este noble, junto a Alfonso de Hohenlohe, fundó Marbella Club a mediados del siglo pasado. En su memoria residen aún las fiestas más chic, protagonizadas por los famosos y millonarios más destacados de la época. Ahora, desde que es director de este santa sanctórum de la aristocracia, tiene menos tiempo para acudir a todos los saraos de la ciudad.

Rudy llegó a Marbella de la mano de su amigo “Olé, Olé” (que es como se conoce en la zona cariñosamente a los Hohenlohe) hace 56 años para dirigir la promoción de este establecimiento de cinco estrellas, que con el tiempo se convertiría en todo un referente mundial. Sus estrategias fueron todo un éxito y hoy se siente feliz de que le hayan puesto una estrella al lado de los mejores personajes que han pisado Marbella.

Sello de lujo 

Su sello ha sido siempre el del lujo y cuando le preguntamos cómo define este término, el noble ironiza: “¿Te refieres a lujo como grifos de oro y alfombras persas… como cosas banales? El príncipe Alfonso de Hohenlohe fue el gran promotor de Marbella por excelencia y el me enseñó que lujo es un espacio con zonas verdes y con la impresión de estar en Andalucía y no en cualquier otra parte del mundo”. Esta simbiosis de conceptos dio como resultado una etapa de éxito turístico, que ahora se recuerda como la edad dorada de Marbella. “Ese fue nuestro estandarte desde 1954, cuando el príncipe Alfonso de Hohenlohe abrió el hotel Marbella Club. Tenía pocas habitaciones entonces, pero el lema era que el cliente saliera encantado y se logró”.

Ahora todo ha cambiado y a Rudi no le gusta que Marbella se llene de golfistas con camiseta sudada. “¿De qué sirve un Puerto Banús fantástico, con las mejores tiendas del mundo, si está lleno de gentuza que no compra y tira los papeles por todas partes?”, dice. El conde es así de llano hablando. No teme que le tachen de elitista y sin pelos en la lengua significa que “tenemos la gran suerte de tener Puerto Banús, que es una de las marinas mundialmente reconocidas como de primera calidad. Atrae a muchos famosos pero, cuando llegan, quedan sorprendidos por lo que se encuentran. No pueden ir por la calle porque hay masa. Antes la gente se arreglaba. Y ahora van con la camiseta sudada”.

El marido de la princesa María Luisa dice que se ha dañado mucho la imagen de Marbella. “Los famosos se han decepcionado o terminan vistiendo igual de mal. Ya van andando y la gente ni los reconoce. En Marbella Club, afortunadamente, es diferente”. El conde sigue luchando para que el turismo de lujo no se exilie a la Costa Azul. En sus sueños aún está esa otra Costa del Sol, en la que cuando él llegó de Alemania solo había un aeropuerto de pista cortísima y el avión tenía que dar varias vueltas para ahuyentar al ganado. Ahora Cannes, Saint Tropez o Montecarlo se han convertido desde la distancia en sus peores enemigos.

La labor desarrollada por Rudolf Graf Von Shönburg, 'el conde Rudi', primo político de la Reina Sofía, en pro del turismo en Marbella, tuvo ayer su reconocimiento. El regalo del pueblo marbellí se le otorgó coincidiendo con la fecha de su ochenta cumpleaños. La ciudad que él convirtió en su segunda patria, al lado de su esposa, la princesa María Luisa de Prusia, y sus hijos Sofía y Federico, le quiso obsequiar con la famosa estrella del Bulevar de la Fama. El CIT, Centro de Iniciativas Turísticas,  inmortalizó su nombre en Puerto Banús al lado del de numerosas celebrities.

Fundación Reina Sofía