Francisco Rivera y 'El Cordobés' ejercen de camareros para la hermana del Rey

No hay ni una mesa libre para la noche de este sábado en la caseta Vista Alegre del Rastrillo Nuevo Futuro. Cayetano Rivera, su hermano Francisco, Manuel Díaz ‘El Cordobés’, Miguel Abellán, Joselito y Sebastián Palomo Danko cambiarán su habitual traje de torear por los mandiles. Los toreros, algunos de ellos ya retirados, ejercerán de camareros esta noche en una cena,  servida por el restaurante El Pimiento Verde. Todo para recaudar fondos para la Fundación, cuya presidencia honorífica ostenta la infanta Pilar, hermana de Su Majestad.

También estarán sus respectivas parejas, aunque, en su caso, acudirán como invitadas de lujo, porque no moverán un dedo. Estarán a cuchillo y mantel, mientras escuchan cantar a Las Mellis, las dos rubias de oro que mejor interpretan el flamenco dancing. El año pasado fue la primera vez que se organizó esta cena solidaria. Precisamente, fue Francisco Rivera el que se encargó de convencer al resto de colegas de gremio para que adecuaran sus agendas a la noche de los toreros, que es como se ha bautizado la iniciativa solidaria de Vista Alegre.

El reclamo de matadores de toros más vistosos ejerciendo de camareros se ha convertido en una de las atracciones de la almoneda de Nuevo Futuro, que tanto está dando que hablar este año.  La decisión de Ana Botella de negar en un principio la apertura de dicho mercadillo, una cita ya más que habitual en la agenda lúdica de Madrid,  causó un gran nerviosismo en el Rastrillo. Finalmente, se solventaron los problemas eléctricos que existían. Pero, no en vano, esta hipotética decisión mosqueó al electorado del PP, que participan como voluntarios en el Rastrillo, y que incluso quisieron hacer un plante el día de la inauguración a la alcaldesa Botella por lo mal que  lo había hecho.  Al final no hubo medias vueltas pero si caras largas.

Especialmente, la de la infanta Pilar, presidenta de Honor del Rastrillo Nuevo Futuro.  Su comparecencia ante los medios transcurrió entre grandes dosis de tensión. La presencia de medios de comunicación fue masiva. La hermana del Rey estuvo hasta en tres ocasiones a punto de perder el equilibrio y caer al suelo. Mientras, Ana Botella explicaba a diestro y siniestro todo lo que había sucedido. Una vez la alcaldesa abandonó el recinto, apareció Esperanza Aguirre, que fue recibida con un gran aplauso a medida que se acercaba al local, donde había quedado con sus amigas para comer.