Esperanza Aguirre: "No estoy muerta; sigo más viva que nunca"

Desde que abandonara por sorpresa la presidencia de la Comunidad de Madrid hace unos meses, Esperanza Aguirre no se pierde ni una y se ha convertido en personaje habitual en las fiestas de sociedad, en las que antes se prodigaba con menor frecuencia. Este lunes por la noche, la política, ahora funcionaria del Ministerio de Turismo, no se quiso perder la XIII edición de la Subasta benéfica de capones, que organiza todos los años la empresa Cascajares, gracias en parte a la labor social del cronista Josemi Rodríguez Siero. El acto, que se celebró en el Salón Real del Hotel Ritz de Madrid, congregó a unas 400 personas. Entre ellos, muchos acólitos de Aguirre, que aprovecharon su presencia para lamentarse ante ella por su marcha de la res pública.

“Que no estoy muerta; sigo más viva que nunca”, soltó ésta ante las continuos comentarios de muchos de los asistentes. “Estoy al servicio de quien me lo pida”, manifestó a la vez que dejó claro que su retirada de la primera línea de la política tan solo es temporal. La subasta dio comienzo y se lograron recaudar 33.140 euros, a favor de la Fundación Prodis, dinero con el que se van a financiar becas de estudio universitario para jóvenes con discapacidad intelectual. Por allí estaba, la presidenta de dicha fundación, Soledad Herreros de Tejada, y Samantha Vallejo-Nágera, una de sus mayores impulsoras. Tampoco se lo quisieron perder Leo Harlem y por Juncal Rivero, que ejercieron de maestros de ceremonia, ya que Vicky Martín Berrocal, con la que pensaron en un primer lugar para las labores de presentación, no pudo finalmente acudir por motivos personales.

A la cita con los capones, por los cuales en anteriores ocasiones han pujado las Koplowitz, las hermanas más conocidas del país, acudieron numerosos rostros de sociedad. Por ejemplo, Beatriz de Orleans, Begoña García Vaquero, la marquesa Vega de Anzo, Koki Font, Marina Castaño y su novio, el médico de la Quirón Enrique Puras,  o el relaciones públicas Jacob Bendahan y  el diseñador de interiores Luis García Fraile, cuyo estilo inconfundible sigue ganando adeptos. Sotheby’s se encargó de la subasta. Por eso estaba allí su presidenta, Flavia de Hohenlohe, prima hermana de Luis y Rafa Medina y por tanto nieta de Mimi, la duquesa de Medinaceli.

A su vez, llegaron a tiempo antes de que comenzara el acto Carla Royo Villanova, princesa de princesa de Panagiuristhe, la marquesa de San Eduardo junto a su hijo Miguel o Carolina Tieu, viuda de Tomás Chávarri, padre de las populares María y Marta Chávarri. Hacía meses que no se dejaba ver en público, por eso María Eugenia Fernández de Castro, exmujer de Jacobo Martínez de Irujo, conde de Siruela,  acudió a este acto benéfico, que ya es todo un clásico en el ambiente festivo madrileó pre-navideño. La diseñadora, que acaba de ser abuela hace unos meses, coincidió con Fernando Martínez de Irujo, el hijo menos hablador de la duquesa de Alba.