Ríos de caviar y champán en el Santo Mauro

Noche de charme en las palaciegas estancias del Santo Mauro. Desde que el interiorista Lorenzo del Castillo rediseñara los interiores del hotel preferido por las celebrities con certificado de pedigrí, el lugar es mucho más de lo que era. Por eso, no fue de extrañar que este martes corrieran ríos de champán y caviar por una de sus salas más célebres. La casa francesa G.H.Mumm, por no faltar con su cita habitual, quiso organizar una fiesta en la que hubo mucho glamour y distinción. Otro gallo cantaría si el encuentro fuera para ensalzar las cualidades del cochinillo. Y allí se plantaron muchos famosos con ganas de probar la hueva del esturión, que cotiza al alza tanto como la prima de riesgo. Algunos se pusieron las botas, porque por mucha high class en la que se viva, la Navidad está a la vuelta de la esquina y hay que ahorrar.

Carmen Lomana, por ejemplo, no deja a nadie de su familia sin su correspondiente regalo. Su madre, su hermana, sus sobrinas… y ahora también su novio, el periodista Ángel Casaña, con el que de momento no piensa en boda. Se presentan unas Navidades especiales para la empresaria, que a partir de este viernes organiza un mercadillo solidario donde venderá piezas de su abultado armario -que según ella equivale a varias habitaciones- por tan solo 15 euros. “Quiero que mis fans lleven algo mío”, dijo la socialité en plan Marilyn Monroe.

Lo que no falta en casa de Lomana en Nochebuena es el rezo del rosario. “Es fabuloso, porque todos pedimos un deseo por cada misterio”. La ascesis espiritual de Carmen es comparable al tedio que le produce posar para los fotógrafos a Clemente Lecquio. El hijo del colaborador televisivo y Antonia Dell’Atte decidió no acudir a última hora. Posiblemente, fuera un pequeño ataque de pánico o que, como su madre ha sido musa de Armani, tenga caviar en casa para parar un tren. Todo es posible.

La cosa es que no fue. Y algunos recordaron su vis lúdica, cuando pinchaba discos en una clara similitud al hijo de Nicolas Sarkozy. El evento contó con la presencia de tres embajadores: Rafael Moneo, Juan Echanove y Almudena de Arteaga. No hubo sopresas. Estuvieron: Amelia Bono, Gigi Sarasola, Cary, Carla y Caritina Goyanes, Fernando Martínez Irujo, Samantha Vallejo-Nágera, Beatriz D’Orleans, Roberto Torretta, Carmen Echevarría, Jaime Cantizano, Raúl Romero, Mercedes Domecq, Juncal Rivero y el fotógrafo Rafael Manso. Los invitados acertaron en concluir que la fiesta, a la que el año pasado fue Zidane junto a su mujer, fue todo un éxito.