Las familias de famosos que no se sentarán juntas esta Nochebuena

Noche de paz, noche de amor, pero no para todos. Muchas serán las familias de rostros conocidos que no pasarán la noche más familiar del año juntos. Que se lo pregunten a Tita Cervera, que se plantó en la clínica Ruber para poder ver a su nuevo nieto y se quedó con las ganas. La baronesa había planeado un reencuentro con su hijo que finalmente no se va a producir, ya que sigue enfrentada a su hijo Borja de forma indefinida. "He requerido formalmente a mi madre la información sobre los bienes y derechos que compartimos. Si no obtengo respuesta, el siguiente paso será una demanda", aseguraba Borja Thyssen en 2009 y materializaba la demanda justo en las navidades de hace un año.

Tita ha intentado por todos los medios sentarse con su hijo a dialogar, para ver si podía acercar posturas con su hijo. Antonio Salcedo, su amigo fiel, fue el que se puso en contacto con Borja en varias ocasiones para resolver este asunto que ya se alarga demasiado en el tiempo. Por su parte, Borja ha pasado de emisarios y mantiene, como ha dicho en muchas ocasiones, que su madre lo puede llamar siempre que quiera. Además, niega que Blanca o él le colgaran el teléfono como se dijo. Sea como sea, esta Navidad la volverán a pasar alejados el uno del otro.

Otra que seguramente no se sentará junto a sus padres esta Nochebuena es Arantxa Sánchez Vicario. La aparición de su biografía, llena de críticas hacia sus progenitores, solo fue el punto de partida de un enfrentamiento que no ha cesado hasta el día de hoy. La extenista reclamaba a sus padres unos ocho millones de euros como parte del dinero ganado a lo largo de su carrera deportivo; un dinero que ella defendía no haber recibido jamás. El piso en el que viven los padres de Arantxa Sánchez Vicario en Barcelona, sito en la Avenida Diagonal, es el verdadero centro de la disputa. La casa está a nombre de Euroilla Inversiones S.L., una sociedad que permitió el usufructo a los padres y con la que Arantxa no aparece relaciona en el registro, por lo cual se llegó a decir que la extenista quería echar de ese piso a sus padres.

Otros a los que seguramente les costará compartir mesa esta Nochebuena serán el peluquero Lluís LLongueras y su familia. El reputado estilista de los se mostraba feliz hace unos meses tras haber llegado a un acuerdo de separación patrimonial y "firmar la paz legal" con su primera familia. Este contencioso se inició después de que su hija Esther, administradora de las empresas familiares, decidiese en octubre de 2010 echar a su propio padre a través de un escueto burofax.

El peluquero y escultor decidió hace tiempo dar carpetazo a su anterior vida apostando fuerte por su actual compañera sentimental. “No estoy dentro del pensamiento de mis hijos. Si no me respetan es su problema. La relación con ellos es inexistente. No nos vemos. Vivimos una sola una vez y la mujer a la que quiero se llama Jocelyne Novella, con la que tengo tres hijos”, aseguró en su momento. No será fácil que se siente a cenar con su hija Esther en una noche tan especial.

Otras familias de nuevo cuño tampoco estarán juntas en Nochebuena. Fonsi Nieto y Alba Carrillo, por ejemplo, tras una separación que parece haber sido amistosa a juzgar por lo cordiales que se les ve cada vez que se ven con su hijo pequeño, no estarán juntos en la cena y cantarán sus villancicos en compañía de sus respectivos progenitores. Y es que hay rencillas que ni siquiera la Navidad puede solucionar.