Las vacaciones ‘promocionales’ de David Bustamante y Paula Echevarría

Ni un solo fotógrafo tras su pista que pudiese romper la calma y la tranquilidad con la que deseaban pasar la Nochevieja. David Bustamante y Paula Echevarría elegían el sol de las Islas Canarias para despedir el año, en compañía de unos amigos y de su hija Daniela. El hotel en el que se hospedaron, situado al sur de Tenerife, es frecuentado por muchos famosos que quieren disfrutar del lujo de sus instalaciones y de los servicios exclusivos que ofrece. En él se alojaron, por ejemplo, el cantante Luis Miguel y Genoveva Casanova cuando iniciaron su relación.

A falta de paparazzi que pudieran enturbiar las idílicas vacaciones, la pareja ha decidido hacer un reportaje elaborado por ellos mismos y colgarlo en la red. Los lugares en los que no está permitido el acceso a las cámaras de los reporteros, por  tratarse de ámbitos absolutamente privados, han sido precisamente los elegidos por el matrimonio para ilustrar sus fotos más personales y ponerlas a disposición de sus miles de seguidores y, por ende, de la prensa rosa.

Una opción que choca de manera frontal con la actitud que tanto David como Paula mostraron  la pasada primavera cuando decidieron alojarse en el mismo hotel. La diferencia es que en aquella ocasión fueron varios reporteros los que intentaron inmortalizar las vacaciones de una de las parejas más mediáticas del país. Cuando el matrimonio fue consciente de que eran el objetivo de los paparazzi, lo comunicaron al hotel, que no dudó en poner a su disposición a una persona de seguridad que les acompañó durante los días que estuvieron alojados. La finalidad era velar y salvaguardar su privacidad. La misma privacidad que hoy han decidido compartir.  ¿Por qué?

Famosos y ‘publicistas’

Las redes sociales se han convertido en la vía elegida por muchos famosos para compartir con sus miles de seguidores todo tipo de experiencias. Desde una separación, véase el caso de Lujan Arguelles y su ya exmarido Benjamín de la Fuente, a un nacimiento, como ha sido el caso del segundo hijo de Carolina Cerezuela y Carlos Moyá. Cualquier noticia es susceptible de colgarse en la red sin pedir nada a cambio. La finalidad en estos casos es dar a conocer parcelas de su privacidad con las que no quieren comercializar. Ni fotógrafos para posados cuidados, ni paparazzi que “roben” una instantánea no deseada… los famosos se convierten en cronistas de sus propias vidas a través de sus cuentas sociales y de paso impiden que otros comercien con ellas.

Pero no siempre la finalidad es tan espuria y detrás de muchos twits se encuentra un interés puramente comercial. Las celebrities cuelgan las fotos en la red y se convierten en publicistas. A cambio comen gratis, se visten con las mejores marcas y se alojan en los establecimientos más exclusivos, que les utilizan como reclamo.

Una vara de medir complicada y que cabalga sobre la delgada línea que separa sus vidas privadas, expuestas en numerosas ocasiones en la red a cambio de lujos exclusivos, y su defensa de su intimidad ante el trabajo de los reporteros.