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Montoyas y Tarantos, frente a frente en los juzgados
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Montoyas y Tarantos, frente a frente en los juzgados

La duquesa de Montoro, Eugenia Martínez de Irujo, ha sido la primera en llegar al juzgado de familia este lunes, donde se decidía con quién vivirá la pequeña

La duquesa de Montoro, Eugenia Martínez de Irujo, ha sido la primera en llegar al juzgado de familia este lunes, donde se decidía con quién vivirá la pequeña Cayetana Rivera. Madrid o Sevilla. Lo hacía a las 9:45 h. de la mañana acompañada de su abogada Cristina Peña. Previamente, habían tenido una cita en el hotel Meliá, que se encuentra muy cerca de la sede judicial. Allí también estuvieron sus tres hermanos -Carlos, Cayetano y Fernando-, para ultimar los detalles de la declaración.  

Para evitar más revuelo mediático, los Alba prefirieron que Eugenia llegara sola a la sala donde se dirimía este lunes la custodia de su hija tras una demanda de Francisco Rivera. Minutos después lo hacían ellos, dispuestos a arropar a su hermana moral y legalmente. Aunque finalmente no hizo falta su apoyo legal, puesto que el juez no vio necesaria la comparecencia de ningún de sus respectivos familiares directos.

Desde el primer momento, los hermanos de la duquesa han estado a su lado sin condiciones. Incluso Cayetano, íntimo amigo de Francisco, intentó mediar entre ellos, pero no hubo posibilidad, ya que las relaciones se rompieron tras unas conversaciones telefónicas muy duras. Tras ellas, el conde de Salvatierra no volvió a mantener conversaciones con su excuñado. Eugenia así se lo pidió.

En el caso del extorero, éste llegó al juzgado acompañado de sus dos hermanos, Cayetano y Julián Contreras. “Entendéis que no tengo muchas ganas de hablar”, confesó Francisco Rivera. Las imágenes de las dos familias enfrentadas ante el juez devolvía los ecos de la película de Vicente Escrivá Montoyas y Tarantos (1989), versión libre de Romeo y Julieta

A su salida, ni los protagonistas de esta batalla legal ni sus hermanos quisieron realizar declaraciones a los medios de comunicación allí congregados. “No gana nadie”, fueron las únicas palabras que consiguieron sacar al diestro, quien quiso recalcar el hecho de que estaba allí tan solo para “defender los deseos de su hija”, Cayetana. Por el momento se desconoce con quién vivirá la menor –de 13 años de edad-, pues la decisión del juez se conocerá en unos días.

La duquesa arropa a su hija desde Liria

La duquesa de Alba no tenía previsto acudir al juicio donde se dirimía la custodia de su nieta, entre otras cosas porque su presencia no era necesaria. Si lo hubiera sido habría acompañado a su hija al juzgado, como así se lo comunicó en su día tanto a los abogados y como también manifestó en público.

La duquesa pasó el sábado en Sevilla, acudió al concierto de David Bisbal y el domingo viajó en coche a Madrid para estar con su hija y darle el apoyo y el cariño tan necesario en esos momentos previos tan complicados. Al día siguiente,  y una vez que finalizó el juicio, Eugenia y sus hermanos, Carlos, Cayetano y Fernando, que habían acudido como testigos, aunque finalmente no declararon, almorzaron todos juntos en el palacio de Liria y comentaron cómo había transcurrido el juicio.

Según confirman a Vanitatis, la duquesa se encuentra mucho más tranquila y convencida de que no habrá modificación de sentencia.

La duquesa de Montoro, Eugenia Martínez de Irujo, ha sido la primera en llegar al juzgado de familia este lunes, donde se decidía con quién vivirá la pequeña Cayetana Rivera. Madrid o Sevilla. Lo hacía a las 9:45 h. de la mañana acompañada de su abogada Cristina Peña. Previamente, habían tenido una cita en el hotel Meliá, que se encuentra muy cerca de la sede judicial. Allí también estuvieron sus tres hermanos -Carlos, Cayetano y Fernando-, para ultimar los detalles de la declaración.