Sonsoles Suárez y Paulo Wilson, un año de matrimonio en la sombra

El próximo mes de mayo, Sonsoles, hija pequeña del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, y Paulo Wilson celebrarán su primer aniversario como marido y mujer. Un año después de su discreta ceremonia civil, en el que la pareja ha disfrutado de su anonimato. Sus apariciones públicas son prácticamente nulas. Esto se debe al hecho de que actualmente residen en Cascais –ciudad portuguesa cercana a Lisboa-, aunque que la pareja realiza numerosos viajes a Madrid para visitar al exmandatario, cuya salud todavía preocupa a la familia.  También al ostracismo presencial de ella, que había presentado varios programas de televisión, pero qyue hace tiempo desapareció de la pequeña pantalla.

Estas circunstancias no han podido evitar que el matrimonio fuese ‘cazado’ la semana pasada por la cámara de un paparazzi. Paseando por una céntrica calle de Madrid, la periodista y el músico compartían confidencias cuando el objetivo de un gráfico se fijó en ellos. La curiosidad hace que su ‘regreso’ a la picota informativa coincida con su primer aniversario de boda.

Su boda civil se caracterizó por la sencillez, al celebrarse en la más estricta intimidad. Pocos amigos fueron invitados, entre ellos Susana Uribarri –que además de amiga es también representante de la periodista-. En su mayoría, las personas que se congregaron el pasado 18 de mayo en el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón, formaban parte de la familia Suárez Illana. Los únicos integrantes del clan que no pudieron asistir fueron Laura, hermana de la novia, recién operada de un tumor en el pecho, y el propio artífice de la Transición democrática en España. Tampoco la familia de Paulo pudo estar presente en este importante momento en su vida, ya que residen en Mozambique.

Este país africano sirvió de telón de fondo a su historia de amor a principios del año 2000. Sonsoles trabajaba en el país natal del que años después se convertiría en su marido como cooperante para una ONG.

Pero el matrimonio de la periodista con Paulo Wilson sería su segundo ‘sí, quiero’. El primero, mucho más mediático que el segundo, se lo dio al controvertido nieto de Francisco Franco, Pocholo Martínez Bordiú, en 1992. La sintonía de la pareja duró apenas dos años, aunque el fin de su matrimonio se produjo de manera amistosa y con la intención de no dar pie a futuribles escándalos.