Borja y Blanca bautizan a su hijo Enzo en Barcelona sin la presencia de la baronesa Thyssen

El próximo fin de semana habrá fiesta en la familia Thyssen Cuesta, con la ausencia obligada, eso sí, de la baronesa. Borja y Blanca bautizan a Enzo, su tercer hijo, en Barcelona, en un acto que han querido que sea íntimo y austero, según confirman a Vanitatis fuentes cercanas a la pareja.

El matrimonio no considera que estén los tiempos para organizar grandes fastos, como hicieron con los anteriores bautizos. Sobre todo el de Sacha, que se celebró en Villa Favorita (Lugano), cuando las relaciones entre madre e hijo no se habían deteriorado. El de Eric fue menos llamativo y eligieron la iglesia de Boadilla del Monte, localidad cercana a Madrid, y el restaurante El Convento para el convite.

En el caso de Enzo, todo será menos vistoso. Para que no haya problemas de ningún tipo, tanto organizativos como familiares, ahora que Carmen Cervera se ha instalado provisionalmente con las mellizas en Madrid, Borja y Blanca han preferido reunir a familiares y amigos en Barcelona. La casa del barrio de San Gervasi, que alquilaron durante un tiempo, ha vuelto a ser el domicilio de los Thyssen.

La mantienen abierta y en perfecto estado de revista. Pero no será en esta vivienda donde los padres reúnan a los cerca de setenta invitados que festejaran al niño. Blanca y Borja han preferido una iglesia discreta en las afueras de la ciudad para evitar complicaciones. Después la fiesta en una masía rodeada de jardín donde organizarán juegos y actividades  para entretener a los niños. Uno de los hermanos de Blanca será el padrino y Enzo, que acaba de cumplir ocho meses, lucirá el mismo faldón que sus hermanos.

Si en el bautizo del primogénito, Carmen Cervera tuvo un gran protagonismo, porque fue la que dirigió, organizó y decidió quién entraba en Villa Favorita y quién no, al del segundo nieto no quiso acudir. Borja le envió un tarjetón como al resto de familiares y amigos que no tuvo respuesta. Esta vez parece que el matrimonio ha optado por el silencio. Prefieren no brindarle a la baronesa la oportunidad de no responder.