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El infarto que puede salvar un matrimonio: Hidalgo y su mujer se dan una segunda oportunidad
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El infarto que puede salvar un matrimonio: Hidalgo y su mujer se dan una segunda oportunidad

La recuperación física de Juan José Hidalgo tras sufrir un infarto el pasado sábado 6 de julio es excelente, según confirman a Vanitatis amistades del presidente

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El infarto que puede salvar un matrimonio: Hidalgo y su mujer se dan una segunda oportunidad

La recuperación física de Juan José Hidalgo tras sufrir un infarto el pasado sábado 6 de julio es excelente, según confirman a Vanitatis amistades del presidente del holding empresarial Globalia. Aunque mantiene por el momento un ritmo de trabajo menor que el habitual, porque así se lo han recomendado sus médicos, ya se acerca a su oficina en Pozuelo de Alarcón para determinados asuntos que requieren su presencia. Es un hombre hecho a sí mismo, que ha trabajado toda la vida y que continúa levantándose al alba para empezar su jornada laboral. En la clínica Ruber le practicaron una angioplastia con stent para recuperar el flujo sanguíneo. La operación se realizó con anestesia local y una vez determinado el tiempo de observación se trasladó de nuevo a su domicilio en la zona norte de Madrid, donde también se ubica la sede social de Globalia.

En Puerta de Hierro tiene la casa familiar, que sigue compartiendo con su esposa Eloísa Gutiérrez, una mujer discreta, con la que lleva casado 47 años, a la que nunca le ha gustado figurar. Ambos estaban sumidos en un proceso de divorcio. Sin embargo, tras el infarto de miocardio, ella es la que le está cuidando y parece que la pareja se va a dar una segunda oportunidad, según cuentan sus más llegados. No había un motivo lo suficientemente fuerte como para dar carpetazo a tantos años juntos y tampoco terceras personas. Durante este tiempo, Hidalgo no ha tomado  ninguna decisión de tipo legal a la hora de plantear un divorcio de mutuo acuerdo teniendo en cuenta que se casaron en régimen de gananciales. No hay nada firmado y el arreglo parece fácil.

Llevan casi cinco décadas juntos y, a pesar de que hace unos meses hubo un amago de divorcio, el matrimonio ha seguido viviendo en el mismo domicilio. La mansión es lo suficientemente grande como para no tener que verse y no hubo cambio de rutina doméstica. La diferencia en estos meses es que ‘Elo’ dejó de acudir a las fiestas de amigos y las cenas de matrimonios desaparecieron. Ha sido una temporada muy dura para Eloísa, que no entendía la reacción de su marido cuando durante todos estos años nunca hubo problemas importantes de convivencia. Hidalgo tiene aficiones como jugar al golf y a las cartas una vez por semana con un grupo de amigos de toda la vida que no comparte con su mujer. En cambio, siempre han acudido juntos a todo tipo de celebraciones sociales y por supuesto familiares.

Para su círculo fue una sorpresa inesperada la decisión de Hidalgo de romper su contrato matrimonial. “Nadie lo esperábamos y por eso fue un disgusto tremendo. Pepe siempre ha gozado de total libertad y ‘Elo’ nunca lo ha querido controlar, de ahí el shock de su separación. Ella siempre ha estado pendiente de que todo funcionara en su casa como un reloj. A Pepe le ha cuidado como un rey. ¿Que discutían? Seguro. ¿Qué matrimonio no se pelea después de cincuenta años juntos? Y la mayoría de las veces por los hijos. A Pepe le disgustó que Javier vendiera el 5,14% de su participación en Globalia a Matutes y ‘Elo’ lo apoyó, porque adora a su hijo. Con lo que le pasado a Pepe el divorcio está cada vez más lejos. Su relación ahora está en standby”, confirma a Vanitatis una persona muy cercana a la pareja.

A punto de cumplir 72 años el próximo 23 de julio, Hidalgo, que sufrió también un robo hace apenas unas semanas, es una persona muy fuerte y con una capacidad de recuperación asombrosa. Casi tanto como la de trabajo. Su trayectoria profesional es como la de muchos españoles de la posguerra. Sin estudios y con un pequeño capital abandonó su pueblo, Villanueva del Conde, y emigró a Suiza, donde conoció a su mujer, que estaba en su misma situación, y comenzaron un proyecto de vida común que cincuenta años después ha estado a punto de romperse, aunque parece que la segunda oportunidad es totalmente real. Un infarto podría salvar un matrimonio.  

La recuperación física de Juan José Hidalgo tras sufrir un infarto el pasado sábado 6 de julio es excelente, según confirman a Vanitatis amistades del presidente del holding empresarial Globalia. Aunque mantiene por el momento un ritmo de trabajo menor que el habitual, porque así se lo han recomendado sus médicos, ya se acerca a su oficina en Pozuelo de Alarcón para determinados asuntos que requieren su presencia. Es un hombre hecho a sí mismo, que ha trabajado toda la vida y que continúa levantándose al alba para empezar su jornada laboral. En la clínica Ruber le practicaron una angioplastia con stent para recuperar el flujo sanguíneo. La operación se realizó con anestesia local y una vez determinado el tiempo de observación se trasladó de nuevo a su domicilio en la zona norte de Madrid, donde también se ubica la sede social de Globalia.