Francisco Rivera despide su soltería con una fiesta de disfraces para 40 amigos

Quince años después de dejar de ser uno de los solteros más deseados de este país,Francisco Riverarepite celebración de uno los clásicos rituales de todo novio: ladespedida de soltero.Si hace tres lustros el exmatador tuvo que conformarse con una fiesta de despedida conjunta, antes de convertirse en elmarido de Eugenia Martínez de Irujo, en esta ocasión han sido los amigos del hijo de Carmen Ordóñez quienes se han encargado de toda la organización de un festejo al que sólo han acudido hombres.

Según ha podido confirmarVanitatisde fuentes cercanas al diestro, durante todo el día de este lunes,Francisco y unos 40 amigos más disfrutaron de un fiesta de disfracesen la casa en Carmona de Juan Alpresa, uno de los componentes del grupo musical Los Alpresa, con los que el exmatador mantiene una gran amistad desde hace años y a los que ha apoyado siempre asistiendo a sus conciertos.

Los invitados partieron de Sevilla en varias furgonetas de alquiler con chófer, evitando así tener que conducir una vez concluida la fiesta, que se alargó durante todo el día. A primera hora de la mañana los amigosse trasladaban hasta Carmona (Sevilla)con los disfraces que habían adquirido, unos días antes, en la tienda Pizarro, una de las más conocidas de la capital hispalense. Entre las adquisiciones, varias chisteras, en un claro giño a la invitación de boda, en la que se exige que los hombres porten sombrero de copa alta el día del enlace, yun traje de novia, con el que simularon la boda entre Francisco y Lourdes que se celebrará el próximo 14 de septiembre en Ronda y en la que su hija Cayetana, fruto de su matrimonio con Eugenia Martínez de Irujo, ejercerá de madrina.

Durante la celebración no se pudo ver a ninguno de los antiguos compañeros toreros con los que Francisco ha compartido tardes de gloria y cartel. La mayoría de los invitados, al frente Álex "El Gordo", encargado de toda la organización, fueron personas anónimas cercanas al exmatador, entre los que se encontrabanviejas amistades de Carmen Ordóñez, con los que Francisco ha estrechado lazos en los últimos tiempos.

El fin de semana anterior a la fiesta, Francisco y Lourdes decidieron pasardos días juntos en El Rocío,en la casa que él tiene alquiladaen la aldea y a la que se escapa junto a su novia siempre que sus agendas se lo permiten. Unas agendas llenas de preparativos a dos meses de abandonar nuevamente su soltería para convertirse en el marido de Lourdes Montes.