Carmen Cervera navega en busca de Borja el día de su 33 cumpleaños

El próximo miércoles, Borja Thyssen cumple 33 años y lo celebrará con su mujer y sus tres hijos en Ibiza. La baronesa no estará presente, pero sí muy cerca, porque su barco ya está amarrado en el mismo pantalán donde el hijo tiene su yate de alquiler. Casualidad, destino o elección… Las interpretaciones son variadas y la certeza una: parece que Carmen pretende un encuentro casual, porque el no casual por ahora no es posible. Esta forma de seguir los pasos de Borja como si fuera la versión femenina e invertida del niño Marco, que surcaba los mares para encontrar a su mamá, ya la ha llevado a cabo en otras ocasiones.

Hace dos años, en el cumpleaños de Eric, celebrado en la isla Tagomago, ordenó al capitán que orientara el velero Mata Mua hacia el pequeño puerto donde iban llegando los amigos de Borja y Blanca. Según confirmó Carmen, no la habían invitado, aunque parece que el matrimonio le hizo llegar un tarjetón como al resto de los convocados. El miércoles volverá a realizar la misma maniobra, aunque esta vez la fiesta de cumpleaños de Borja está aún sin concretar en el mapa náutico. Seguramente elegirán Formentera.

Por ahora no hay nada definitivo salvo que Blanca le haya organizado una fiesta sorpresa, como ya hizo en otras ocasiones. Aún no se habían casado y por lo tanto las relaciones afectivas con la madre eran muy buenas y ella también participaba directamente en la organización de la onomástica del hijo querido. Blanca se dejaba querer y no rechistaba por algunas arbitrariedades de la suegra Tita. Eran tiempos aparentemente felices para todos.

Durante aquellos veranos de vino y rosas, cuando Borja estaba soltero, la familia y colaterales capitaneados por Tita navegaban por la Costa Azul para acabar recalando en Ibiza, donde se repetían festejos, aunque esta vez se incluían también a las amistades del homenajeado. Amigos que luego demostraron no serlo, porque vendieron a la pareja en varios programas de televisión.